El ataque de las Fuerzas Armadas de Israel tuvo como epicentro un bloque de viviendas en el campo de Al Maghazi, en la zona central de la disputada Franja.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó este domingo que el implacable ataque militar que su país viene implementando en la Franja de Gaza para "exterminar" al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) es "la batalla de la civilización contra la barbarie", mientras cerca de la Nochebuena sus tropas bombardearon un campo de refugiados en el centro de Gaza provocando al menos 70 muertos, según datos de Hamas.
El Ministerio de Salud de Hamas, en el poder en Gaza, indicó que al menos 70 personas murieron por un bombardeo israelí que golpeó el campo de refugiados de Al Maghazi (centro).
Su portavoz, Ashraf al Qudra, declaró que el "balance (de víctimas) podría aumentar", dado el gran número de familias que residen en el lugar.
La agencia de noticias AFP no pudo verificar independientemente lo acontecido y el Ejército israelí declaró que estaba realizando "verificaciones" al respecto.
Netanyahu indicó en un mensaje a los "amigos cristianos en el mundo" con motivo de la Navidad que éstas "son unas fechas que deberían ser de buena voluntad entre todos los hombres y paz en la tierra".
"No tenemos paz en la tierra, no en nuestra zona, y ciertamente no vemos buena voluntad entre todos los hombres", destacó el premier israelí, citado por la agencia de noticias Europa Press.
El primer ministro explicó que se trata de la única vía para "destruir a Hamas", devolver a los rehenes secuestrados por el grupo y garantizar que Gaza ya no represente una amenaza para Israel.
La operación llevará tiempo, pero Israel está "decidido a luchar hasta el final", añadió, de acuerdo con un reporte de la agencia de noticias Sputnik.
El anuncio del premier israelí conocido en las horas previas a la Nochebuena llega luego de otra jornada cargada de ataques a la Franja de Gaza por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que en las últimas 24 horas mató a 236 palestinos, la mayoría civiles, contando los del campo de refugiados.
El Ministerio de Salud de Hamas informó este domingo que casi 20.500 personas murieron por los ataques israelíes en el asediado enclave, mientras que otras 54.036 resultaron heridas, desde la ofensiva del 7 de octubre.
Un vocero del Ejército de Israel dijo en una entrevista con la cadena Fox News que estaban concentrando sus ataques en Khan Yunis, una zona a la que llamó "otro bastión de Hamas", ubicada en el sur del enclave.
Cientos de miles de desplazados del norte del estrecho territorio se refugiaron en esta ciudad, donde nació el líder de Hamas en Gaza, Yahya Sinwar.
Israel considera a Sinwar como el máximo responsable del ataque del 7 de octubre, en el que milicianos de Hamas se infiltraron en el sur israelí y mataron a cerca de 1.140 personas, según autoridades israelíes.
Ese día, los islamistas también secuestraron a unas 240 personas, entre ellos una veintena de argentinos, de las cuales 129 siguen cautivas en Gaza, aunque esta semana Hamas dio por muertos a cinco rehenes como consecuencia de un ataque de Israel.
En respuesta, Israel prometió "aniquilar" a Hamas y lanzó una ofensiva terrestre y aérea contra el territorio palestino, gobernado por el grupo islamista desde 2007.
La mayoría de los más de 20.000 palestinos muertos desde octubre son menores y mujeres.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, que no gobierna en Gaza sino en Cisjordania, remarcó hoy que espera que la Navidad traiga un alto el fuego en Gaza, con vistas también a avanzar hacia "un Estado independiente (palestino) con Jerusalén como capital".
"Los ríos de sangre, los inmensos sacrificios, las dificultades y la heroica resistencia de nuestro pueblo por su tierra son la vía hacia la libertad y la dignidad", aseguró, citado por la agencia de noticias WAFA.
En este sentido, Abbas anticipó que el pueblo palestino seguirá luchando por sus derechos legítimos, dentro de los cuales es clave la creación de un Estado propio, y reclamó el derecho de la población a vivir con dignidad en las tierras propias, tanto en Gaza como en Cisjordania.
Durante una llamada telefónica el sábado, el presidente estadounidense, Joe Biden, instó a Netanyahu a "proteger a la población civil".
Estados Unidos sigue expresando su férreo apoyo a su histórico aliado, pero insiste cada vez más para que el país baje la intensidad de su ofensiva y lleve a cabo operaciones más focalizadas hacia los dirigentes de Hamas y no a los civiles palestinos.
Netanyahu, que calificó a Biden de "aliado clave", afirmó hoy que el país paga "un alto precio por la guerra" en Gaza, tras la muerte de 14 soldados desde el viernes, lo que elevó el número de muertos israelíes a 153.
"Estamos pagando un alto precio por la guerra, pero no hay otra opción que seguir luchando", declaró Netanyahu al inicio de una reunión de gabinete tras rendir homenaje a los soldados muertos y advertir que el conflicto será "largo".
Asimismo, reiteró su objetivo de destruir a Hamas y que Gaza "nunca más vuelva a constituir una amenaza para el Estado de Israel".
Aclaró que es "erróneo" considerar que Washington de alguna forma está "impidiendo" acciones sobre el terreno, informó la agencia de noticias Europa Press.
"Israel es un Estado soberano. Nuestras decisiones en la guerra se basan en consideraciones operativas", no están "dictadas por presión externa", sentenció.
Desde que empezó el conflicto, 103 trabajadores de prensa y 142 de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) murieron en Gaza.
Israel niega atacar directamente a civiles y sostiene que la destrucción de Hamas es "clave" para que no vuelva a ocurrir una matanza como la que tuvo lugar el 7 de octubre.
Los bombardeos apenas cesaron una semana desde entonces, cuando ambas partes acordaron un alto el fuego a finales de noviembre en el que intercambiaron 105 rehenes retenidos en Gaza por 240 prisioneros palestinos.
Tanto Jabaliya y la Ciudad de Gaza, en el norte, como Khan Yunis, en el extremo sur, volvieron a ser blanco de bombardeos este domingo, según Hamas.
Cerca del 80% de los 2,4 millones de habitantes de Gaza se ha visto desplazada por los combates, según la ONU.
La mayoría de los hospitales están fuera de servicio y la población enfrenta altos niveles de inseguridad alimentaria y sanitaria, según la ONU.
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