Uno de cada cinco estadounidense tiene a un familiar muerto por armas de fuego,los tiroteos masivos, pareciera ser la epidemia que arrasa con los Estados UnidosLa posesión de armas está protegida por la Constitución. La segunda enmienda establece muy claramente ese derecho.
El lobby de la Asociación Nacional del Rifle es muy poderoso. Más allá de los intentos del Partido Demócrata y del gobierno de Joe Biden, el Congreso no ha logrado prohibir al menos los fusiles de asalto, el armamento favorito con la que en forma periódica se cometen masacres en tiroteos masivos por todo el país.Cada vez hay menos restricciones. Una ley reciente promulgada por el gobernador republicano de la Florida, Ron DeSantis, permite portar un arma de fuego sin necesidad de un permiso ni capacitación especial o verificación de antecedentes.Otros estados, ante la escalada de tiroteos masivos en escuelas, no se plantean prohibir los fusiles de asalto. Buscan cómo abatir a los atacantes. Los legisladores de Indiana acaban de aprobar una ley para financiar cursos opcionales de manejo de armas de fuego para profesores. La idea es que los docentes puedan enfrentarse a tiros con los atacantes.
El 19% de los estadounidenses tiene un familiar muerto por arma de fuego.
El estudio de la ONG Kaiser Family Fundation es impactante. Los resultaron son contundentes: el 19% de los estadounidenses tiene algún familiar muerto por un arma de fuego. La estadística incluye suicidios.Pero hay más datos perturbadores. El 21% de los encuestados dijo haber sido amenazado al menos una vez con un arma. Un 17% presenció cómo le disparaban a alguien. Un 4% confesó haber utilizado un arma en defensa propia y otro 4% resultó herido en un tiroteo.En total, según el relevamiento citado por la AFP, más de la mitad de los estadounidenses (un 54%) tuvo alguna de estas experiencias con armas de fuego.
La violencia afecta más a la población afroestadounidense
La violencia afecta más a las minorías. El estudio reveló que el 34% de los afroamericanos tiene un familiar muerto por un arma, el doble que la población blanca (17%) y latina (18%).
El 62% de los afroamericanos y de los hispanos consideran a la violencia armada como una amenaza o una preocupación primordial. El porcentaje desciende a 45% en el caso de los blancos.Los casos de tiroteos masivos se acumulan. No solo en escuelas, como el ataque perpetrado por Audrey Hale, en la escuela presbiteriana Covenant School de Nashville, en Tennessee. A sangre fría asesinó a tres adultos y tres niños de 9 años con un fusil de asalto a fines de marzo.También hay casos inverosímiles, como el adolescente baleado por tocar el timbre equivocado a un vecino donde suponía que estaban sus dos hermanos pequeños a los que debía recoger o el hombre que disparó a mansalva sobre un grupo de niños que jugaban al básquet y pisaron su jardín externo para ir a buscar la pelota a mediados de abril.
Otros casos llegaron a la primera página de los medios nacionales, como el del hombre que mató a 9 personas en un shopping de Texas el 6 de mayo o los balazos recibidos por dos porristas después de haberse subido al auto equivocado en ese mismo estado.
Gun Violence Archive, una entidad sin fines de lucro que contabiliza los casos de violencia armada en Estados Unidos, afirmó que en lo que va del año se registraron 10.566 incidentes con armas de fuego en todo el país. Pero solo unos pocos llegaron a los medios naciones e internacionales.
Shannon Watts, la más famosa militante contra la violencia por armas de fuego en Estados Unidos y fundadora de Moms Demand Action (Las madres exigen acción), dijo que al menos se debería imponer a nivel nacional la verificación de antecedentes judiciales y psiquiátricos de los compradores de armas y también “prohibir los fusiles de asalto”.
Sin embargo, no respalda la prohibición total de las armas. “Existe toda una serie de razones por las que puedes necesitar un arma”, dijo.
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