El reportero del Wall Street Journal, Evan Gershkovich, pisó suelo estadounidense recibiendo una bienvenida de héroe por parte del presidente Biden y la vicepresidenta Kamala Harris el jueves por la noche, culminando una larga detención y condena injusta en Rusia que finalizó con el intercambio de prisioneros más complejo entre los aliados occidentales y Rusia desde la Guerra Fría.

Gershkovich, quien fue encarcelado en 2023 y condenado en julio por cargos de espionaje que él, el Journal y el gobierno de los EE.UU. negaron vehementemente, emergió de un jet plateado Bombardier con una franja roja y las persianas de las ventanas bajadas.

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Llegando en una noche de verano húmeda, Gershkovich y los demás aterrizaron en la Base Conjunta Andrews a las 11:37 p.m. del jueves después de un vuelo de aproximadamente 10 horas que abordaron en Ankara, Turquía, tras el masivo intercambio de prisioneros anterior.

Gershkovich, el segundo en bajar del jet, abrió los brazos para abrazar a Harris mientras Biden hablaba con la familia de otro prisionero liberado, el exmarine Paul Whelan, quien bajó primero. Saludó a Biden y dijo: “¿Cómo está, señor?” Biden retiró el pin de la bandera de su solapa y se lo puso a Whelan.

Además del presidente, la vicepresidenta, otros funcionarios y una multitud de medios, Gershkovich fue recibido por su familia inmediata: su padre, Mikhail; su madre, Ella Milman; su hermana, Danielle, y su cuñado, Anthony Huczek. Gershkovich saludó primero a su madre, abrazándola y levantándola del suelo.

Después de reunirse con su familia durante varios minutos, Gershkovich caminó hacia el área de prensa, entre aplausos y vítores, abrazando a un amigo reportero de Rusia. Luego se paró para responder preguntas. Cuando le preguntaron cómo se sentía, habló con confianza a pesar de su calvario y sonrió: “Estoy bien, fue un buen vuelo,” dijo, señalando que el apoyo y la gran presencia de medios era “abrumadora.”