Encontraron un FAL argentino en manos del Comando Vermelho: investigan si provino de robos en Santa Fe
La policía brasileña exhibió un fusil FAL entre el arsenal incautado tras la feroz intervención en favelas de Río de Janeiro; fuentes oficiales revisan si forma parte del lote sustraído al Batallón de Arsenales de la provincia de Santa Fe entre 2010 y 2011.
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Una pieza de alto poder de fuego —un fusil FAL de fabricación y uso en las Fuerzas Armadas argentinas— apareció entre las armas decomisadas por la policía de Río de Janeiro en la extensa operación contra el Comando Vermelho que se realizó esta semana en la zona norte de la ciudad.
El hallazgo encendió la alerta en organismos de seguridad de ambos países, que ahora investigan si el arma proviene de una serie de robos a depósitos militares ocurridos hace más de una década en la provincia de Santa Fe.
El decomiso y el origen del arma
Tras los enfrentamientos que dejaron un saldo considerable de muertos y heridos en las favelas, las fuerzas de seguridad cariocas publicaron imágenes y detalles del material secuestrado: armamento de guerra, cargas explosivas y munición. Entre esos elementos se distinguió un fusil FAL, modelo asociado históricamente a los arsenales militares argentinos.
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Fuentes oficiales indicaron que la presencia de un FAL en poder del Comando Vermelho motivó el cruce de información con autoridades argentinas para intentar trazar su trazabilidad. En la investigación preliminar toman peso los robos registrados en 2010 y 2011 en el Batallón de Arsenales Fray Luis Beltrán —dependiente del Ejército y ubicado a 27 kilómetros de Rosario— donde, según informes oficiales de la época, se sustrajeron piezas y componentes suficientes para ensamblar numerosas armas.
Robos en Fray Luis Beltrán: antecedentes que preocupan
Un informe de 2012 ya advertía sobre la sustracción de cientos de componentes (correderas, cerrojos, armazones y cañones) de los batallones de arsenales de la zona. Aquella seguidilla de faltantes alimentó la hipótesis de que parte del material pudo haber salido del país por rutas informales o pasos no controlados, un extremo que hoy cobra mayor relevancia ante el hallazgo en Brasil.
Investigadores federales y de fuerzas de seguridad centrales analizan documentación de aquella época y cotejan números de serie y características del fusil decomisado para verificar si corresponde a los elementos denunciados como faltantes hace más de una década.
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Una de las líneas de trabajo apunta a la posible salida del arma por la zona de la Triple Frontera —área limítrofe y estratégica entre Argentina, Brasil y Paraguay—. Esa región fue mencionada por fuentes policiales como un corredor probable para el tráfico de armas hacia Brasil, donde organizaciones criminales hallan demanda por material de mayor poder de fuego.
En respuesta a la escalada de violencia en Río de Janeiro, las autoridades argentinas anunciaron medidas de refuerzo en pasos fronterizos y un intercambio más estrecho de información con sus pares brasileños para descartar o comprobar el vínculo entre los robos en arsenales y la aparición del FAL.

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