¿En qué país se celebra la Navidad más larga del mundo?

Cuando se piensa en Navidad, la mayoría imagina unas pocas semanas de festejos concentrados en diciembre. Sin embargo, hay un país donde la Navidad dura más que en cualquier otro lugar del planeta. Se trata de Filipinas, donde el espíritu navideño comienza en septiembre y se extiende hasta mediados de enero, convirtiéndose en la celebración más larga del mundo.

La Navidad empieza en septiembre

En Filipinas, la llegada de la Navidad se asocia popularmente con los meses que terminan en “-ber”: September, October, November y December. No existe una ley ni una fecha oficial que marque el inicio, pero la tradición indica que desde septiembre las casas, calles y comercios ya se llenan de luces, música y adornos navideños.

Esta costumbre se transmite de generación en generación y forma parte de la identidad cultural filipina. En ciudades como Manila, la capital, el clima navideño se siente con especial intensidad durante meses.

El Parol: el símbolo navideño más importante

Uno de los elementos más característicos de la Navidad filipina es el Parol, un farol decorativo con forma de estrella que representa la que guió a los Reyes Magos. Estos farolillos iluminan ventanas, calles y plazas, tanto en grandes ciudades como en pequeñas aldeas.

El Parol simboliza la luz sobre la oscuridad, la esperanza y la buena voluntad, y puede estar hecho con materiales simples, reciclados o con diseños sofisticados. Su importancia es tal que existen concursos en todo el país, destacándose el Festival de los Farolillos Gigantes en San Fernando (Pampanga), con más de 100 años de historia y estructuras que alcanzan hasta 12 metros de diámetro.

Simbang Gabi y la Misa del Gallo

La tradición católica ocupa un lugar central en la Navidad filipina. Desde el 16 de diciembre, los fieles participan de las nueve misas nocturnas conocidas como Simbang Gabi, que culminan en la Misa del Gallo durante la noche del 24 de diciembre.

Para muchos filipinos, completar estas nueve misas permite pedir un deseo especial, y las iglesias se decoran con luces, guirnaldas y representaciones del nacimiento de Jesús.

Sabores típicos: Bibingka y Puto Bumbong

La Navidad también se vive a través de la comida. Dos postres tradicionales no faltan en ninguna celebración:

• Bibingka: una torta esponjosa de arroz pegajoso, cocida en moldes de cerámica y acompañada con leche de coco, manteca y azúcar.
• Puto Bumbong: preparado con arroz morado, envuelto en cañas de bambú y cocido al vapor.

Ambos se consumen especialmente antes o después de las misas, vendidos por puestos callejeros, y representan un sabor inseparable de la Navidad filipina.

Manito y Manita: regalos con humor

El intercambio de regalos también tiene su toque distintivo. A través del juego de Manito o Manita, las personas deben adivinar qué regalo recibirán mientras quien lo entrega lo describe y se cantan canciones tradicionales. Es una forma alegre y participativa de vivir el espíritu navideño.

Una Navidad sin frío, pero llena de calor humano

En Filipinas no hay nieve ni abrigos pesados, pero sí una celebración que se vive como ninguna otra. Durante más de cuatro meses, la Navidad se convierte en el eje de la vida social, religiosa y cultural del país, transformándola en la Navidad más larga y una de las más intensas del mundo.