Según medios estadounidenses como The Washington Post, The New York Times y la agencia AP, el presidente Joe Biden habría dado luz verde a Ucrania para utilizar los misiles de largo alcance ATACMS, que podrían atacar objetivos en territorio ruso, específicamente en la región de Kursk. Esta autorización aún no ha sido confirmada oficialmente por la Casa Blanca, el Pentágono, ni el gobierno ucraniano.

La medida sería una respuesta al envío de tropas norcoreanas por parte de Kim Jong-un para reforzar las fuerzas rusas en Ucrania. Funcionarios estadounidenses, citados bajo anonimato, señalaron que esto busca disuadir a Pyongyang de seguir apoyando a Moscú.

Los ATACMS son misiles supersónicos guiados con un alcance de 300 km y capacidad para transportar cabezas convencionales o de racimo. Aunque Biden se había opuesto previamente al uso de estas armas por el riesgo de escalar el conflicto, la creciente intervención extranjera en el bando ruso habría motivado el cambio de postura.

La entrega de ATACMS busca fortalecer la posición de Ucrania antes de posibles negociaciones de paz, aunque expertos como Michael Kofman advierten que su impacto será limitado por las bajas reservas de estos misiles. Por otro lado, el presidente ruso Vladimir Putin advirtió que usar estos misiles en territorio ruso cruzaría una "línea roja," insinuando represalias más graves, incluida una posible escalada nuclear.

LEE: Ucrania recibirá préstamos por USD50.000 millones de activos rusos congelados

El régimen de Kim Jong-un no solo ha enviado tropas, sino también grandes cantidades de municiones y misiles a Rusia, intensificando la guerra. En respuesta, la OTAN calificó esta acción como una violación de las resoluciones de la ONU y un peligroso aumento del conflicto, exigiendo el cese inmediato del despliegue de tropas norcoreanas.

Esta decisión de Biden podría marcar un punto de inflexión en el conflicto, intensificando las tensiones y prolongando una guerra que ya tiene implicaciones globales significativas.

En sintonía con lo expuesto por Seúl, Rutte sostuvo que Pyongyang proporcionó a Moscú “millones de rondas de munición y misiles balísticos que están alimentando un grave conflicto en el corazón de Europa y socavando la paz y seguridad globales”. Añadió que, a cambio, Putin está proporcionando a Kim Jong-un tecnología militar y “otro apoyo para eludir las sanciones internacionales”.

“El despliegue de tropas norcoreanas en Kursk es también una señal de la creciente desesperación de Putin. Más de 600.000 soldados rusos han muerto o resultado heridos en la guerra de Putin y es incapaz de mantener su asalto contra Ucrania sin apoyo extranjero”, recalcó. Y concluyó: “Los aliados de la OTAN seguirán apoyando una Ucrania libre y democrática, porque la seguridad de Ucrania es nuestra seguridad”, comentó.