El Papa Francisco conmovió en su último Domingo de Ramos: “Sus oraciones me acercan a Dios”
A pesar de su frágil salud, participó en la misa en San Pedro, saludó a los fieles y pidió rezar por los más necesitados del mundo.
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En una conmovedora aparición pública, el papa Francisco participó ayer en la misa del Domingo de Ramos en la plaza San Pedro, marcando su última presencia en esta celebración litúrgica tan significativa. En silla de ruedas y sin las cánulas de oxígeno que había utilizado en sus recientes internaciones, el pontífice saludó a los fieles con una sonrisa y un mensaje esperanzador.
“Buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa”, expresó desde el altar, en una jornada marcada por la emoción y la devoción de los presentes.
Una recuperación lenta y una fe intacta
Francisco, de 88 años, protagonizó su tercera intervención pública desde que recibió el alta médica el pasado 23 de marzo, luego de permanecer 38 días internado por una neumonía bilateral. Aunque participó brevemente del Jubileo de los Enfermos el 6 de abril, no logró retomar plenamente su agenda y su estado de salud sigue siendo delicado.
Durante la misa, que fue presidida por el cardenal argentino Leonardo Sandri en su rol de delegado papal, el Papa se mantuvo cercano a los fieles. Al finalizar la ceremonia, recorrió la plaza para saludar a monjas, niños y peregrinos que celebraban su presencia y su visible mejoría.
El mensaje del Ángelus: fe en medio del sufrimiento
Al mediodía, durante el tradicional rezo del Ángelus, Francisco ofreció un mensaje centrado en la esperanza y el consuelo divino:
“Frente a los dolores físicos y morales, no caigamos en la desesperación ni nos encerremos en la amargura. Como Jesús, sintámonos envueltos por el abrazo providente y misericordioso del Padre”, dijo ante una multitud conmovida.
Oraciones que sostienen
Antes de retirarse, el pontífice agradeció las muestras de apoyo recibidas en este período de fragilidad:
“En este momento de debilidad física, sus oraciones me ayudan a sentir la cercanía y la compasión de Dios. Yo también rezo por ustedes, en especial por aquellos que sufren a causa de guerras, pobreza o catástrofes naturales”.
Con estas palabras, Francisco dejó en claro que, aunque su cuerpo muestre señales de desgaste, su espíritu pastoral permanece fuerte. En el inicio de la Semana Santa, volvió a dar testimonio de su compromiso con los que más sufren, conmoviendo a los millones de fieles que lo siguen en todo el mundo.

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