Dos sondeos sobre la segunda vuelta en las elecciones de Brasil marcan importantes diferencias en cuanto a la ventaja del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva sobre el actual mandatario, Jair Bolsonaro.

Uno de ellos, el de la firma Genial/Quaest, le otorga un 49 por ciento de las preferencias a Lula sobre un 41 de Bolsonaro, mientras que el otro, de AtlasIntel, reduce a menos de cinco puntos la diferencia.

Los encuestadores fueron ampliamente criticados después de la primera ronda de votación por subestimar significativamente el apoyo a Bolsonaro.

El sondeo de la encuestadora Genial/Quaest entrevistó a 2.000 personas entre el 10 y el 12 de octubre y tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales.

Por su parte, AtlasIntel fue una de varias encuestadoras criticadas por subestimar el apoyo a Bolsonaro en la primera ronda, aunque estuvo más cerca que varias firmas de sondeos más tradicionales.

Bolsonaro necesita obtener 6 millones de votos adicionales para ganar la reelección, mientras que Lula requiere de 1,2 millones para ser elegido en lo que sería un tercer mandato del líder de izquierda, que ocupó el cargo entre 2003 y 2010.

AtlasIntel entrevistó a 4.500 votantes en todo el país que fueron seleccionados aleatoriamente a través de Internet, entre el 8 y el 12 de octubre. La encuesta tiene un margen de error de +-1 punto porcentual.

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En las últimas horas, el Partido de los Trabajadores (PT) denunció que Bolsonaro podría llegar a utilizar a la Policía Federal para afectar las elecciones en Brasil.

Luis Marinho, exintendente de Sao Bernardo do Campo, Gran San Pablo, advirtió sobre posibles operaciones por parte de efectivos policiales: "Recibimos informaciones de que sectores del Estado operados por el bolsonarismo estarían buscando forzar hechos que justifiquen operaciones policiales en contra de nuestro frente democrático".

Las alarmas se encendieron después de que el una jueza del Superior Tribunal de Justicia, Laurita Vaz, aceptara la solicitud de la Policía Federal para suspender de sus funciones al gobernador y candidato a la reelección por el estado nordestino de Alagoas Paulo Dantas, aliado de Lula, después de diversos allanamientos en propiedades.