Sídney (Australia) (EFE).- El rey Carlos III de Inglaterra reconoció que ciertos “aspectos dolorosos” del pasado siguen resonando en las relaciones entre el Reino Unido y el resto de los países miembros de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth), en una alusión velada al capítulo histórico de la esclavitud y el pasado colonial británico.
“Ninguno de nosotros puede cambiar el pasado, pero podemos comprometernos de todo corazón a aprender sus lecciones y a encontrar formas creativas de corregir las desigualdades que perduran”, remarcó el monarca en Apia, capital de Samoa, durante su discurso de apertura de la cumbre de líderes de la Commonwealth.
Reino Unido: Mirar al futuro
Algunos países de la Commonwealth buscan abordar el pago de reparaciones por el comercio de esclavos por parte del Reino Unido en esta cumbre, que se desarrolla hasta el sábado con la participación de líderes del grupo, entre ellos el primer ministro británico, Keir Starmer; su homólogo australiano, Anthony Albanese; el primer ministro papuano, James Marape; y el singapurense, Lawrence Wong.
En este sentido, el monarca de Inglaterra también instó hoy a los 56 miembros de la Commonwealth a “encontrar los medios y el lenguaje adecuado” para abordar las desigualdades y apostar por “el respeto”, en lugar del “lenguaje de la división”, según el discurso retransmitido por medios samoanos.
Con su discurso, Carlos III respaldó a Starmer, quien abogó esta semana en centrase en el futuro, ante el deseo de varias excolonias de que Londres las indemnice por el comercio de esclavos en la historia del Reino Unido, país que abolió la esclavitud a principios del siglo XIX.
Previamente, un portavoz del Gobierno británico había recalcado el lunes que no pagará indemnizaciones ni pedirá perdón por el pasado comercio de esclavos, que se calcula supuso el transporte de 3,1 millones de africanos esclavizados a sus entonces colonias del Caribe entre los siglos XVII y XIX.
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