"San Martín es el militar más extraordinario que hubo en América en toda la historia" - El relato de Eduardo Lazzari
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San Martin era un militar excepcional superior al resto, y nadie mejor que el historiador de Buenos Aires, Eduardo Lazzari, para recordar el extraordinario cruce de los Andes que dio comienzo el 19 de enero de 1817.
La experiencia en primera persona
El profesor Lazzari vivió el cruce de los Andes en carne propia. “Es una experiencia fascinante, para poner en contexto una de las pocas cosas de las que los argentinos nos podemos sentir orgullosos es de que San Martin haya sido argentino. El general es el militar más extraordinario que hubo en América en toda la historia”.
“El cruce de los Andes es una campaña militar que no tiene parangón en la historia del mundo. A veces se lo compara con el cruce de los Alpes de Aníbal o Napoleón. San Martin parte con cinco mil hombres desde el Plumerillo, en seis columnas: una cruza por La Rioja, otra por el norte de San Juan, otra por el Paso de los Patos, después la columna al mando de Las Heras por Uspallata y dos por el sur de Mendoza. Esta campaña se hace como un mecanismo de relojería y llega el 8 de febrero y cuatro días después vencen al ejército español en Maipú. Hay una mente superior que organizó eso de forma increíble”.
“Dos veces fui invitado a hacer el cruce de los Andes, es una de las experiencias más alucinantes. Fuimos para allá y ahí uno cobra dimensión de los que significó el cruce. Hay un paso que, si lo ves de lejos, parece la columna vertebral de un animal fosilizado. Es a 4950 metros de altura, y en Europa no hay ninguna montaña que tenga a esa altura”.
“La mayoría del trayecto se hace a través de un desfiladero que es un caminito que no tiene más de 50/60 cm de ancho. Lo que llama la atención es como San Martin que recurre a un personaje legendario que es Álvarez de Condarco, un hombre que tenía una memoria fotográfica. Iba y venía cruzando los Andes y hacia mapas que, si hoy los comparas con los que hace Google a través de los satélites, notas que son perfectos”.
“San Martín arma las seis columnas porque les impedía a los españoles defender un solo paso. Además, les hacía transmitir a alguno de sus hombres que hacían de espías, y la maniobra más extraordinaria fue cuando San Martin convoca a un parlamento indio en San Carlos al sur de Mendoza y les dice: ‘les vengo a pedir permiso para cruzar por su tierra por el sur de Mendoza’. Él sabía que alguno de los caciques cruzaría la cordillera para avisar a los españoles, eso hizo que el sistema de los españoles quedara totalmente dislocado porque no sabían por dónde iba a venir”.

Cómo se comunicaban entre las seis columnas
“Ente las dos grandes columnas, la de San Martin y la de Uspallata, tenemos 120 km. San Martín tenía un servicio matutino, vespertino y nocturno de comunicación entre las columnas. Salían correos, los chasquis”.
“Cuando volvíamos del periplo, un gran productor televisivo de San Juan, el huevo Muñoz, me comenta que si nos animábamos a hacer unas cuatro horas de noche ahorramos un día en el cruce. ¿Cómo se hace para cruzar de noche la cordillera? Hay que dejar que el animal vaya, y fue así que hicimos 4 horas de noche a oscuras por la cordillera bajo una luna llena”, contó Lazzari.
“Cuando San Martin bajaba hacia Chile, como el viento del pacifico pega permanentemente allí la piedra era casi pulida. Cuentan las crónicas que en la bajada a San Felipe los caballos se orientaban por las chispas que le hacía en la herradura el caballo de adelante”.
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Cifras
El profesor Lazzari precisó: “De los 1500 caballos que partieron de El Plumerillo, solo llegaron 500 y el resto se desbarrancó. Las mulas que eran 10 mil, llegaron cerca de 8 mil, y provenían de Córdoba de estancias jesuíticas. El paso de la mula, en vez de tener dos movimientos, tiene tres que le permite tantear el terreno, por eso es tan estable. La mula, cuando se da cuenta de que por el lugar no hay seguridad para pasar, no la moves”.
“El ejército estaba conformado por 4500 soldados y 1500 milicianos que oficiaban de apoyo. Todos los hombres que conducían lo que se llama el parque en un ejército lo hacían como colaboradores, pero no peleaban. Así que, en la batalla de Maipú pelearon alrededor de 4500 hombres”.
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Primera batalla y encuentro con los españoles
“Fue el 12 de febrero en la Cuesta de Chacabuco, un lugar muy impresionante. El ejército que ataca tiene que tener una superioridad numérica porque el que lo está esperando está preparado. Esa batalla de Chacabuco es en la que San Martín empieza a demostrar su superioridad estratégica porque usaba la caballería sin depender de la infantería. Se produce ese encuentro en la Cuesta de Chacabuco y lo que nadie suponía es que dos ejércitos que estaban con la misma cantidad de hombres pudieran uno de ellos vencer con cierta facilidad porque la estrategia fue brillante”.
“San Martin era un hombre muy frío en lo militar, tenía esa condición de general estratega que tenía a todos sus coroneles adiestrado para recibir la información y actuar. Del lado del ejército revolucionario hubo 12 muertos, del lado de los españoles hubo 500”.
“San Martin era un militar extraordinario, superior al resto. Revistó en el ejército español desde los 11 años, cuando entró, hasta los 34 estuvo peleando. Estuvo a cargo de un barco, era oficial del regimiento de Murcia, desembarca en Tolón (Francia) una flota española (una de las cuales iba al mando de San Martin). Un muchacho de baja altura que estaba por iniciar una expedición a Egipto, un tal Napoleón Bonaparte, en el mismo puerto. Lo llamó y así fue que Napoleón y San Martin estuvieron hablando durante cinco minutos, los dos antes de sus grandes glorias”.
“Para que Napoleón recordara el nombre de su regimiento, San Martin se saca un botón de su chaqueta y se lo entrega a Napoleón. Ese botón estaba entre las únicas posiciones que tenía en su poder cuando lo destierran a la isla de Santa Elena. Es decir, cuando muere, entre las poquitas cosas que los ingleses le dejaron llevar estaba ese botón”.
Entrevista y relato completo:

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