¿Qué indica el color del humo del escape?: la señal que puede salvar tu motor
Blanco, azul o negro: cada tipo de humo dice algo distinto sobre el estado del vehículo. Detectarlo a tiempo puede evitar averías costosas.
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Mirar el humo que sale del escape no es un detalle menor. Su color, densidad y olor pueden revelar el estado del motor y anticipar fallas graves. Prestar atención a estas señales ayuda a prevenir averías y gastos imprevistos en el taller.
Qué significa cada color de humo
Humo blanco:
Es normal cuando el motor está frío, ya que suele tratarse de vapor de agua. Sin embargo, si el humo blanco es espeso y constante, puede indicar que el refrigerante está ingresando en los cilindros, señal de una junta de tapa de cilindro dañada o una fisura interna. Es una falla seria que puede provocar recalentamiento y daños importantes.

Humo azul:
Indica que el motor está quemando aceite, generalmente por desgaste en los aros de pistón, válvulas o guías. Suele venir acompañado de un aumento en el consumo de aceite y pérdida de potencia. Cuanto antes se revise, menor será el riesgo de daño mecánico.

Humo negro:
Es el más preocupante. Significa que el motor quema demasiado combustible, lo que puede deberse a un filtro de aire sucio, inyectores en mal estado o fallas en el sistema de inyección. Además de aumentar la contaminación, genera un consumo excesivo de nafta o gasoil.

Por qué es importante observar el escape
El humo del escape funciona como un “termómetro del motor”. Ignorar sus cambios puede derivar en reparaciones costosas o incluso dejar el vehículo fuera de servicio. Ante variaciones en el color, olor o cantidad de humo, se recomienda acudir a un mecánico de confianza.
Consejos para cuidar el motor
- Revisar el nivel de aceite y refrigerante con frecuencia.
- Cumplir con los servicios de mantenimiento periódicos.
- No ignorar ruidos extraños o alteraciones en el funcionamiento.
- Si el humo es persistente o de color, no continuar circulando y llevar el auto al taller.
Observar el humo del escape puede parecer un gesto simple, pero puede marcar la diferencia entre un motor en buen estado y una reparación costosa.

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