¿Puedo darle sobras de la cena navideña a mi perro? Qué alimentos son seguros y cuáles evitar

La Navidad es una ocasión especial para compartir en familia y muchas personas eligen incluir a sus mascotas en la celebración.

Sin embargo, no todas las sobras de la cena navideña son seguras para los perros, y un gesto bienintencionado puede terminar en una visita de urgencia al veterinario.

Según datos del Kennel Club, en diciembre los casos de perros atendidos por ingestión de alimentos tóxicos aumentan hasta un 75 % respecto de otros meses. Por eso, antes de ofrecerle un bocado, es fundamental saber qué alimentos están permitidos y cuáles representan un riesgo serio para su salud.

Alimentos navideños que los perros pueden comer (con moderación)

Algunos platos típicos pueden compartirse con tu mascota, siempre en pequeñas cantidades y con una preparación adecuada:

• Pavo: es apto para perros solo si está deshuesado, sin piel, sin sal ni condimentos. La piel es muy grasa y los huesos pueden provocar lesiones internas.
• Verduras cocidas: judías verdes, coles de Bruselas, chirivías, guisantes y nabos son opciones seguras si se ofrecen en porciones pequeñas.
• Papas hervidas o puré: pueden consumirse sin manteca, sin sal y sin leche.
• Salsa de arándanos: únicamente si es casera y sin azúcar, edulcorantes artificiales ni frutos secos.

Desde el Kennel Club advierten: aunque un alimento sea seguro, siempre debe ofrecerse en cantidades reducidas, ya que un cambio brusco en la dieta puede generar gases, vómitos o malestar estomacal.

Alimentos prohibidos: lo que nunca debés darle a tu perro

Existen comidas muy comunes en las mesas navideñas que son altamente tóxicas para los perros:

• Chocolate: contiene teobromina, una sustancia extremadamente peligrosa que puede causar vómitos, convulsiones e incluso la muerte.
• Frutas secas: pasas, uvas, grosellas y frutos secos presentes en pan dulce, stollen o fruit cake pueden provocar fallas renales graves.
• Cebolla, ajo, puerro y cebollita: dañan los glóbulos rojos y pueden generar anemia potencialmente mortal, incluso cocidos.
• Comidas muy grasosas o saladas: aumentan el riesgo de pancreatitis.
• Quesos azules (como roquefort): contienen roquefortina C, que puede causar temblores musculares y convulsiones.

Qué hacer si tu perro comió algo peligroso

Si sospechás que tu mascota ingirió un alimento tóxico, no esperes a que aparezcan síntomas graves. El American Kennel Club recomienda:

• Acudir de inmediato a un veterinario.
• Informar qué alimento comió, en qué cantidad y hace cuánto tiempo.
• Llevar, si es posible, el envase o una muestra del producto ingerido.

Actuar rápido puede marcar la diferencia en el tratamiento y la recuperación del animal.

Antes de sumar cualquier alimento nuevo a la dieta de tu perro, consultá siempre con un médico veterinario. Cada mascota tiene necesidades particulares según su tamaño, edad y estado de salud. Compartir la Navidad también implica cuidarlos. A veces, el mejor regalo para tu perro es decirle que no.