¿Puede una tormenta solar dejar sin internet y sin radios en la Tierra? La explicación de un rafaelino experto en el tema

En los últimos días, la NASA alertó sobre una intensa actividad solar que podría provocar interferencias en las comunicaciones y en sistemas electrónicos.

Para comprender este fenómeno y su impacto, el divulgador rafaelino Lisandro Gino, responsable del Observatorio Astronómico Pryzbyl, dialogó con Radio Rafaela y brindó una explicación clara: “Estamos llegando al máximo del ciclo solar 25, y por eso hay tantas tormentas”.

“El Sol tiene ciclos de 11 años. Este es el ciclo 25 y comenzó en 2019. Al principio está tranquilo, sin manchas, pero con el tiempo se va volviendo más activo”, detalló Gino. A medida que se enreda su campo magnético, aparecen las manchas solares, zonas más frías que pueden producir erupciones y eyecciones de masa coronal.

Esas eyecciones, compuestas por partículas cargadas, viajan por el espacio y pueden afectar la Tierra si la alcanzan de lleno, generando lo que se conoce como tormentas solares.

¿Qué daños pueden causar?

“Las tormentas solares normalmente no causan daños graves, pero si son muy intensas, pueden interferir con las comunicaciones, dañar satélites o afectar tendidos eléctricos”, aclaró Gino. Un ejemplo histórico fue el evento Carrington de 1859, cuando las auroras boreales se vieron hasta el Ecuador y se reportaron incendios en centrales telegráficas.

Aunque hoy el riesgo existe, también se cuenta con más tecnología y precisión para anticipar y mitigar los efectos. “Podemos desconectar redes eléctricas, proteger satélites y prevenir daños”, señaló el divulgador.

¿Cómo afecta una explosión solar a las telecomunicaciones?

Entre los principales impactos en las telecomunicaciones se incluyen:

• Interrupción de señales de radio: Las ondas de alta frecuencia (HF), utilizadas en comunicaciones aeronáuticas y marítimas, pueden sufrir interferencias o cortes totales durante varias horas, especialmente en las regiones cercanas a los polos.
• Fallos en satélites y GPS: Las partículas solares pueden dañar componentes electrónicos de satélites o alterar sus órbitas, lo que afecta a los servicios de navegación y localización global.
• Problemas en redes de telefonía e internet: Las alteraciones del campo magnético terrestre pueden inducir corrientes eléctricas en las líneas de transmisión, generando errores en los sistemas de comunicación, retrasos o pérdida de datos.
• Mayor riesgo para astronautas y vuelos en rutas polares: Además de las telecomunicaciones, las explosiones solares representan un peligro para la salud de astronautas y pueden obligar a desviar vuelos comerciales de las zonas polares, donde la protección del campo magnético es menor.

Una de las consecuencias más visibles de estas tormentas son las auroras boreales o australes, que se producen cuando las partículas solares interactúan con el campo magnético de la Tierra. “Nuestro planeta actúa como un escudo. Las partículas se desvían hacia los polos y allí ionizan los gases de la atmósfera, generando esas luces verdes tan conocidas”, explicó Gino.

¿Deberíamos preocuparnos?

“No es tan común que una tormenta solar cause un apagón global o queme nuestros teléfonos. La del 25 de mayo, por ejemplo, solo afectó algunas comunicaciones en onda corta, que ya casi no se utilizan”, afirmó el especialista. Sin embargo, reconoció que la vigilancia continúa y que se monitorean constantemente estas eyecciones solares.

La explicación completa: