Presión de neumáticos: el detalle que impacta en la seguridad, el consumo y la vida útil del auto

En la rutina de manejo, la presión de los neumáticos suele quedar relegada como un detalle menor, aunque expertos remarcan que de ella dependen la seguridad vial, la eficiencia del consumo de combustible y la vida útil del auto.

No existe un valor universal: la presión ideal depende del modelo, peso y carga del vehículo, y se indica en el manual del usuario o en etiquetas ubicadas en la puerta del conductor, la guantera o la tapa del tanque de combustible. Usar cifras genéricas o consejos no oficiales puede generar riesgos innecesarios.

Un relevamiento reciente mostró que solo 3 de cada 10 conductores sabe dónde consultar esos datos o identificar cuándo un neumático debe ser reemplazado, lo que deriva en errores frecuentes al inflar.

Factores a tener en cuenta

En Argentina, la presión se mide en bar o kg/cm², mientras que en Estados Unidos se usa psi (1 bar equivale a 14,5 psi). Este detalle evita errores al usar infladores o manómetros.

Los especialistas recomiendan:

• Aumentar entre 0,2 y 0,3 kg/cm² para viajes largos con carga y pasajeros, lo que mejora estabilidad y reduce deformaciones por el calor.
• Medir siempre con neumáticos fríos, ya que el calor eleva los valores y puede inducir a un desinflado incorrecto.
• Usar manómetros propios, dado que los infladores de estaciones de servicio suelen estar descalibrados.
• Incluir la rueda de auxilio en los chequeos para evitar sorpresas en emergencias.

Errores comunes al inflar neumáticos

1. No revisar con frecuencia. Solo se controlan ante pinchaduras visibles.
2. Medir en caliente. El calor altera la lectura real.
3. Confiar en infladores públicos. Pueden estar descalibrados.
4. Ignorar la rueda de auxilio. Suele estar sin aire en momentos clave.
5. Desconocer el valor recomendado. Muchos se guían por consejos informales.
6. Usar valores genéricos. Cada vehículo tiene parámetros específicos.

Consecuencias de una presión inadecuada

• Baja presión: mayor desgaste, riesgo de reventón y aumento en el consumo de combustible.
• Exceso de presión: menor superficie de contacto, desgaste central acelerado y reducción de la vida útil de la cubierta.

La presión debe revisarse mensualmente y tras cambios bruscos de temperatura. Un control preventivo no solo prolonga la vida útil de los neumáticos, sino que también refuerza la seguridad en la conducción y evita costos mayores a futuro.