Pistacho, el fruto que está de moda y no es para nada barato: ¿cuánto cuesta el kilo en Argentina?
El pistacho se ha transformado en un producto de lujo en el país, con precios que alcanzan cifras desorbitantes en góndolas y dietéticas. Detrás del valor, hay una combinación de alta demanda internacional, escasa oferta local y una estructura de costos que dolariza su comercialización.
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En Argentina, el pistacho se vende como un producto gourmet. Según un relevamiento de la agencia Noticias Argentinas, el precio del kilo varía ampliamente: el pistacho con cáscara, tostado y salado, puede costar entre $32.000 y $55.000; mientras que el pistacho pelado arranca en $70.000 y puede superar los $120.000 por kilo.
La diferencia con otros frutos secos es significativa: las nueces peladas rondan los $30.000 el kilo, y las almendras, los $25.000.
San Juan y Mendoza se consolidaron como los epicentros del cultivo de pistacho en el país. Allí se lo conoce como el “oro verde” por su alta rentabilidad en mercados internacionales. Entre el 80% y el 90% de la producción nacional se destina a la exportación, lo que reduce drásticamente la disponibilidad local.
Este esquema crea una distorsión en los precios internos: el pistacho que se vende en supermercados argentinos compite en precio con el que se exporta a Europa, Brasil o Medio Oriente. En otras palabras, se paga a valor dólar en una economía pesificada.
Del campo a la góndola: el “costo argentino”
A la lógica del mercado internacional se suman los costos locales, que encarecen aún más el producto en destino final:
- Procesamiento industrial: Tostado, salado y, sobre todo, pelado.
- Distribución: Transporte desde zonas productivas hasta centros urbanos.
- Intermediación: Ganancias de mayoristas y distribuidores.
- Carga impositiva: Gravámenes en cada etapa de comercialización.
- Margen minorista: Ganancia final del punto de venta.
La inversión en pistachos es alta: los árboles requieren años de maduración antes de producir y su cultivo exige tecnología y clima específico. Por eso, el pistacho argentino es considerado de calidad internacional y tiene alto valor en mercados externos. Esto lo convierte en un lujo local, donde el precio en la góndola refleja más una estrategia de exportación que el consumo doméstico.

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