No es para la picada: para qué sirve dejar una jarra con cerveza en el jardín
El truco casero que arrasa en redes: con un simple vaso de cerveza podés eliminar babosas y caracoles sin usar productos químicos.
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Las babosas y caracoles son una de las plagas más persistentes en jardines y balcones. Aunque parecen inofensivos, estos pequeños moluscos pueden devorar hojas y tallos en pocas horas, especialmente en días húmedos o de lluvia. Sin embargo, existe un método natural, económico y muy eficaz para combatirlos: dejar un recipiente con cerveza en el jardín.
Cómo funciona el truco de la cerveza
El experto en jardinería Nico Durán, creador de @planeta.jardin (con más de un millón y medio de seguidores en redes), explicó que estos animales son irresistiblemente atraídos por el olor de la levadura y la fermentación de la cerveza.
“Van directo hacia el recipiente, caen dentro del líquido y no pueden salir”, detalló. Según Durán, el método es tan efectivo porque la cerveza funciona como un “cebo natural” que elimina las plagas sin dañar las plantas ni alterar el suelo.
“Son una plaga muy molesta, porque en una sola noche pueden comerse una planta entera”, advirtió el especialista.
Paso a paso para usar cerveza como repelente
- Colocá un vaso o frasco bajo en el jardín o maceta.
Puede ser de vidrio o plástico, con unos 4 o 5 cm de profundidad. - Verté cerveza hasta la mitad del recipiente.
No importa la marca: cualquier cerveza con levadura y gas servirá. - Ubicalo cerca de las plantas más afectadas.
Lo ideal es colocarlo al atardecer, cuando estos moluscos comienzan a salir. - Revisá y reemplazá cada dos o tres días.
Si llueve o hay muchas babosas, renová la cerveza para mantener el efecto.
Otras alternativas naturales para repeler babosas y caracoles
Si preferís evitar su muerte o complementar el método, existen otras opciones ecológicas:
- Café molido: su aroma fuerte los mantiene alejados.
- Ajo: colocar dientes cortados alrededor de las plantas o rociar una infusión.
- Cáscaras de huevo trituradas: forman una barrera que les resulta incómoda cruzar y además aportan calcio al suelo.
- Plantas repelentes: romero, lavanda, salvia, capuchina o geranios.
- Depredadores naturales: ranas, sapos, aves y gallinas ayudan a controlar la población.
Cómo detectar su presencia
Los signos más comunes son hojas mordidas con bordes irregulares, rastros de baba plateada sobre macetas o senderos, y brotes deformados o con heridas por donde pueden ingresar hongos.
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