Inteligencia Artificial en las aulas: ¿atajo o herramienta para aprender?
Docentes alertan sobre el uso indebido de ChatGPT en las tareas escolares, mientras especialistas señalan que la IA puede ser una aliada si se incorpora con criterio pedagógico.
:format(webp):quality(40)/https://radiorafaelacdn.eleco.com.ar/media/2025/09/inteligencia_artificial.webp)
El uso de la inteligencia artificial (IA) en la educación es una realidad que avanza más rápido que su regulación y comprensión. Mientras muchas y muchos docentes de escuelas secundarias expresan su preocupación por el uso de herramientas como ChatGPT para evitar estudiar o resolver tareas sin aprender, especialistas apuntan a la necesidad de un enfoque pedagógico que permita aprovechar su potencial sin que entorpezca el proceso de aprendizaje.
“Ese sería el ideal: que la IA facilite el aprendizaje y no lo reemplace”, señala Ignacio Evangelista, coordinador de la Tecnicatura Universitaria en Inteligencia Artificial de la UNR y docente de Física en nivel medio y universitario. Según explica, recurrir a una IA sin entender el contenido genera una ilusión de aprendizaje: “Creés que entendiste porque leíste la solución, pero después no podés resolver un problema similar por tu cuenta”.
Aprendizaje superficial y tentación del atajo
Evangelista reconoce que es natural buscar atajos, sobre todo en la adolescencia. El problema es que esos caminos rápidos pueden llevar a respuestas erróneas o a no incorporar verdaderamente los saberes. “La IA mejoró mucho en poco tiempo, alucina menos –es decir, inventa menos datos falsos–, pero sigue habiendo riesgos si no se usa bien”, advierte.

También destaca que el proceso de aprender implica esfuerzo, repetición y comprensión, algo que no se logra si se copia y pega la respuesta del chatbot sin entenderla. “El conocimiento que no pasa de la memoria de trabajo a la de largo plazo no queda”, resume.
Sin lineamientos claros ni capacitación
Aunque la tecnología está presente, no existen aún lineamientos oficiales para su uso educativo. Y muchos docentes tampoco cuentan con las herramientas para integrarla. Un informe de Educ.ar, con respuestas de todo el país (incluido un 7% de Santa Fe), revela que el 25% del personal docente no usa IA por falta de capacitación o desconocimiento.

El informe también recoge objeciones ideológicas y pedagógicas: que la IA reemplaza la reflexión, que inhibe el pensamiento crítico o que desvirtúa la interacción humana, base del aprendizaje tradicional.
Ventajas, desigualdades y propuestas
Aun con sus riesgos, Evangelista cree que la IA llegó para quedarse y que es necesario aprender a convivir con ella. Entre sus ventajas, menciona la disponibilidad permanente, el acceso inmediato a información y la posibilidad de generar herramientas como los modos “tutor”, que enseñan a través de preguntas.
Sin embargo, también observa nuevas desigualdades: no todos los alumnos tienen acceso a buena conexión a internet o a versiones pagas de los modelos de IA, que ofrecen mejores resultados.
Como propuesta concreta, sugiere incorporar la IA en etapas avanzadas de los contenidos, cuando ya se tienen conocimientos previos. También recomienda diseñar tareas que exijan interacción con la IA y evaluar ese proceso, no solo el resultado final. “Así se genera una verdadera alfabetización en IA: saber dar instrucciones, interpretar y refinar las respuestas”, explica.
El desafío no es tecnológico, sino pedagógico
Finalmente, Evangelista subraya un problema adicional: los estudiantes leen y escriben poco, lo que limita el uso eficaz de estos modelos. Por eso destaca experiencias donde los docentes diseñan prompts adecuados y la IA actúa como tutor o estudiante simulado, ayudando al alumno a poner en práctica lo aprendido explicándolo a otro.
“La IA puede ser un puente para aprender de otra manera”, concluye. Pero el desafío es que no reemplace al esfuerzo, la lectura ni la reflexión, sino que los potencie. Y en ese camino, el rol docente sigue siendo irremplazable.

Para comentar, debés estar registradoPor favor, iniciá sesión