Esto le pasa al cuerpo si masticás chicle todos los días: los riesgos que pocos conocen
Los edulcorantes y aditivos del chicle pueden alterar la flora intestinal, provocar inflamación y frenar la pérdida de peso. Los especialistas aconsejan limitar su consumo.
Masticar chicle parece un hábito inofensivo para aliviar la ansiedad, refrescar el aliento o simplemente pasar el tiempo. Sin embargo, hacerlo todos los días puede tener consecuencias inesperadas para la salud. Según advierten nutricionistas y expertos en longevidad, el consumo excesivo de chicles —especialmente los que contienen edulcorantes artificiales— puede alterar la microbiota intestinal, causar hinchazón abdominal y favorecer procesos inflamatorios en el organismo.
Edulcorantes hasta 200 veces más dulces que el azúcar
La nutricionista Sandra Moñino, autora del libro “Adiós a la inflamación”, explicó que muchos chicles comerciales contienen hasta siete tipos diferentes de edulcorantes, algunos con un poder endulzante 200 veces superior al azúcar.
“Esta composición modifica la flora intestinal y puede provocar gases, ardor y dolor abdominal, sobre todo cuando se mastica en exceso”, advirtió la especialista.
Los aditivos y plásticos presentes en el chicle no son completamente digeribles, por lo que al ser consumidos de manera habitual interfieren en el equilibrio intestinal, generan acumulación de aire y estimulan bacterias que afectan el metabolismo.
Inflamación y dificultad para bajar de peso
Lejos de ser una ayuda para las dietas, masticar chicle todos los días puede obstaculizar la pérdida de peso. Los especialistas explican que este hábito produce una falsa sensación de saciedad, lo que confunde al organismo y puede alterar la regulación del apetito.
Además, el exceso de aire que se ingiere al masticar provoca distensión abdominal y sensación de pesadez. Con el tiempo, estos efectos contribuyen a un estado proinflamatorio que impacta en la digestión y el bienestar general.
“El chicle es uno de los alimentos más proinflamatorios debido a su alto contenido de edulcorantes artificiales”, remarcó Moñino, quien señaló que estas sustancias reducen la capacidad del cuerpo para procesar grasas y aumentan la fatiga.
Riesgos dentales y musculares
El movimiento repetitivo de la mandíbula durante horas también puede desgastar el esmalte dental y provocar dolor mandibular o contracturas musculares. Los odontólogos recomiendan limitar el consumo y evitar los chicles demasiado duros o con rellenos azucarados, que incrementan el riesgo de caries.
Alternativas saludables
Para quienes recurren al chicle como una forma de calmar la ansiedad o mantenerse activos, los especialistas sugieren reemplazarlo por hábitos más naturales:
- Beber agua con frecuencia.
- Practicar respiración consciente o mindfulness.
- Consumir frutas frescas o frutos secos para estimular la masticación sin aditivos.
- Mantener una buena higiene bucal con cepillado, hilo dental y enjuague, en lugar de depender del chicle para mantener el aliento fresco.

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