Enterrar hojas de lengua de suegra en otras plantas: para qué sirve y cómo hacerlo sin dañar tu jardín
Este truco casero ayuda a enriquecer el sustrato y fortalecer las raíces, pero debe aplicarse con precaución para evitar problemas de humedad o hongos.

La lengua de suegra —también conocida como sansevieria o espada de San Jorge— es una de las plantas más elegidas por su resistencia, su bajo mantenimiento y su capacidad de purificar el aire. Pero además de su valor ornamental, sus hojas pueden ser reutilizadas para mejorar el desarrollo de otras plantas del hogar.
Este método consiste en enterrar hojas cortadas de lengua de suegra en la tierra de otras macetas o jardines, con el fin de aportar nutrientes y estimular el crecimiento natural de otras especies. Sin embargo, su aplicación debe hacerse de forma moderada y cuidadosa, ya que un mal uso puede generar efectos negativos en lugar de beneficios.
¿Por qué es útil este truco?
Las hojas de esta planta contienen compuestos orgánicos y minerales que, al descomponerse, funcionan como fertilizante casero de liberación lenta. Este proceso natural:
- Enriquece el sustrato con materia orgánica.
- Mejora la retención de humedad, lo que ayuda a espaciar los riegos.
- Estimula el desarrollo radicular, generando raíces más fuertes.
Funciona como un mini compost natural que se activa dentro de la maceta o el cantero, especialmente útil para reducir desperdicios de poda y aprovechar al máximo los recursos del jardín.
Precauciones a tener en cuenta
Aunque es un método simple y natural, hay tres recomendaciones clave antes de implementarlo:
- No excederse en la cantidad: colocar demasiadas hojas puede saturar el suelo, generar acumulación de humedad y facilitar la aparición de hongos o plagas.
- Evaluar la planta receptora: no todas las plantas toleran la descomposición lenta. Se recomienda aplicarlo en plantas de exterior, ornamentales o de gran porte, que tienen mayor tolerancia a los cambios en el sustrato.
Esperar resultados graduales: los beneficios se observan a mediano plazo. No se trata de un efecto inmediato, sino de un enriquecimiento progresivo de la tierra.
¿Cómo aplicar este truco paso a paso?
- Elegí una hoja sana: cortala con una tijera limpia y desinfectada.
- Secado previo: dejá que la hoja repose unas horas para cicatrizar el corte y reducir el riesgo de hongos.
- Enterrá la hoja en otra maceta: colocá el trozo en la tierra, cubriéndolo completamente.
- Regá normalmente: mantené el sustrato húmedo sin encharcar y esperá unas semanas para ver resultados.
Tip: Si tenés varias plantas, podés repartir pequeños trozos en distintas macetas para no saturar ninguna y potenciar el efecto general.

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