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INTERES GENERAL

Encontraron un pequeño esqueleto en el desierto de Atacama: podría ser un humanoide nocturno y no un "alienígena"

Los restos descubiertos en el desierto chileno hace 20 años y relacionado por su forma como posible ser de otro planeta, podrían ser de un humanoide de la Edad Media.

Un pequeño esqueleto para muchos de origen "alienígena", apodado Ata, fue encontrado en una iglesia abandonada en el desierto de Atacama en Chile en el 2003 y los investigadores ahora creen que los restos podrían haber sido un pequeño humanoide de la Edad Media.

Los restos óseos, conocidos como Ata, fueron encontrados en una iglesia abandonada en el desierto de Atacama por Oscar Muñoz. Posteriormente, se lo vendió al empresario e investigador español Ramón Navia Osorio Villar, según publicó el diario británico Daily Star.

Navia Osorio Villar cree que el esqueleto pertenece a una pequeña raza de personas que vivieron junto con los aymaras en América del Sur hace muchos años, pero otros no están tan seguros. En 2018, un análisis de ADN sugirió que el esqueleto era un feto femenino humano con mutaciones inusuales relacionadas con el enanismo y la escoliosis.

Sin embargo, un estudio reciente dirigido por la profesora de bioarqueología Sian Halcrow lo cuestionó: "Como expertos en anatomía humana y desarrollo esquelético, no encontramos evidencia de ninguna de las anomalías esqueléticas afirmadas por los autores".

Desde el descubrimiento de Ata, hubo grandes especulaciones sobre su origen, y muchos consideraron que podría ser extraterrestre. Esta teoría ganó fuerza después de que el esqueleto apareciera en un documental como evidencia potencial de vida extraterrestre.

Sin embargo, Navia Osorio Villar apareció recientemente en el programa de televisión español "Cuarto Milenio", donde descartó la idea de que fuera extraterrestre. Dijo: "Lo recibimos en la Real Academia de Ciencias de España y allí le hicimos la primera radiografía, con baja radiación para no dañar el ejemplar. Ya nos dijeron que no sabían qué era. Las manos eran tan alargadas que no tenían rótulas, la clavícula era más triangular que la de los humanos".

El investigador cree que Ata no proviene del espacio exterior, sino que convivió con los humanos hace muchos años. Explicó: "Eran personas muy pequeñas que vivían en cuevas y solo salían de noche, de ahí sus extraños ojos almendrados. Un amigo nativo de la tribu aymara me dijo que estos seres vivían con sus antepasados antes de los colonos españoles. llegó".

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