Día del mate: ¿costumbre o pasión?
El Día Nacional del Mate, que se celebra todos los 30 de noviembre.
El mate fue declarado "infusión nacional" por el Congreso de la Nación, y el 30 de noviembre de 2015 se celebró por primera vez el Día Nacional del Mate, tras la sanción de la ley el 17 de diciembre de 2014. Esta bebida tiene una fuerte conexión con la historia y las tradiciones de los pueblos originarios del noreste de Argentina, especialmente los guaraníes. Ellos cultivaban la planta de yerba mate, Ilex paraguariensis, cuyas hojas utilizaban para preparar una infusión con propiedades estimulantes.
En sus primeros tiempos, el mate se consumía en una calabaza, también conocida como "Porongo", y era parte de ceremonias de comunión o momentos de encuentro entre amigos. Esta tradición sigue vigente hoy, cuando compartir un mate sigue siendo una costumbre popular en reuniones sociales y familiares.
Con la llegada de los colonizadores españoles en el siglo XVI, la yerba mate comenzó a expandirse hacia otras regiones del continente. Los primeros europeos en probarla fueron los jesuitas, quienes reconocieron sus propiedades medicinales y energizantes, e impulsaron su cultivo y comercialización. Así, la costumbre de beber mate se fue extendiendo no solo en Argentina, sino también en Uruguay, Paraguay y Brasil, donde cada país adaptó su propia forma de preparación.
Para los guaraníes, la yerba mate tenía un significado especial. Además de ser una bebida, era objeto de culto y se utilizaba como moneda de cambio en los trueques. El término "Caá", que significa yerba, planta y selva en guaraní, refleja la importancia que tenía esta planta para ellos, considerándola un regalo divino. A lo largo de los siglos, el mate pasó de ser un símbolo de resistencia en momentos históricos de lucha a convertirse en una tradición cotidiana.
Hoy en día, el mate sigue siendo la bebida más popular en Argentina y un elemento fundamental de la vida social y cultural del país. Desde el norte hasta el sur, el mate se disfruta en momentos de descanso, en reuniones y como una necesidad diaria. Con su sabor amargo y su preparación ritual, el mate no solo es una bebida, sino un símbolo de la identidad nacional que une a amigos, familias y hasta desconocidos, creando lazos de camaradería que trascienden generaciones. La celebración del Día Nacional del Mate es un reconocimiento a esta tradición profundamente arraigada en la cultura argentina.
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