Día de leer en voz alta: “Es ayudar al otro a sentirse en otra dimensión”

Cada 1 de febrero se celebra el Día Mundial de Leer en Voz Alta, una práctica que no solo fomenta la lectura, sino que también permite conectar con los textos de una manera única. "Leer en voz alta es ayudar al otro a sentirse en otra dimensión", afirmó Viviana Escobar, bibliotecaria y promotora de la lectura en Rafaela.

El hábito de la lectura sigue vivo

A pesar del avance de la tecnología, el placer de leer sigue intacto. "Hay gente que opina sin saber lo que realmente sucede en muchos lugares. Todavía hay muchas personas que leen en voz alta, hay grupos en Rafaela que llevan la lectura a distintas instituciones, padres que leen a sus hijos, personajes que transmiten historias", señaló la bibliotecaria.

Para la bibliotecaria, la lectura no ha desaparecido, sino que es una actividad silenciosa y pacífica, lo que la hace menos visible. "La gente sigue buscando el conocimiento, pero también el placer de leer, la recreación, el acompañamiento de un libro", aseguró.

El poder de transmitir historias

Quienes leen en voz alta cumplen una misión fundamental: acercar los textos a más personas. "Queremos transmitir eso que otros escriben y que quizás de otra forma no llega. Leyendo con la entonación adecuada, prestando atención a lo que el escritor quiso decir, el mensaje llega al otro, a algunos antes, a otros más tarde, pero siempre deja huella", explicó Viviana.

La bibliotecaria compartió una de sus experiencias con un colega que no tenía interés en la lectura. "Me decía: 'A mí no me des nada porque no me gusta leer'. Le pedí que me diera la oportunidad de prestarle un libro y después me dijera qué le pareció. Hoy en día es un lector apasionado y me dijo que no podía creer lo que le transmitió ese libro", relató.

Elegir el texto adecuado, la clave del impacto

Seleccionar el material correcto es fundamental para generar un impacto en quien escucha. "No es que tomás un libro y lees cualquier cosa. Hay un trabajo, una dedicación previa. Uno tiene que estar comprometido con el texto para que llegue bien al otro, que está esperando escuchar algo lindo", explicó la entrevistada.

Además recordó otra anécdota que la marcó: "Un chico no quería escuchar nada, se negaba por completo. Le leí 'El corazón delator', de Edgar Allan Poe, y cuando terminé, me pidió otro más. Ahí entendí que, aunque no se convierta en un gran lector, algo en él se había activado".

El hábito de leer en voz alta sigue vigente y es una herramienta poderosa para fomentar el amor por los libros. "No todas las semillas crecen, pero la mayoría sí. Todo es dedicación", concluyó Viviana.

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