En medio de un brote histórico de dengue, el principal repelente contra los mosquitos transmisores es producido por una empresa multinacional de origen estadounidense que pese a la necesidad sanitaria de la población ejecuta algunas prácticas abusivas producto de su posición dominante.
La empresa es S.C. Johnson y es la dueña de la marca “OFF”, además de comercializar “Fuyi” y Raid en la Argentina.
Las quejas de los consumidores surgen por el faltante el producto y el precio al que se lo consigue, con una disparidad muy grande entre comercios, que también fue posible debido a que el Gobierno de Javier Milei desmanteló todas las áreas de control de la Secretaría de Comercio.
Las quejas de los consumidores surgen por el faltante el producto y el precio al que se lo consigue, con una disparidad muy grande entre comercios, que también fue posible debido a que el Gobierno de Javier Milei desmanteló todas las áreas de control de la Secretaría de Comercio.
Desde la empresa no hacen mención al tema precios, pero sobre el abastecimiento señalan que si bien están aumentando la producción la demanda superó cualquier previsión.
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Pero lo cierto es que un simple frasco que a principios de año tenía un valor entre $2.500 y $3.000, hoy están costando 10 veces más sin que exista razón económica que lo justifique sino una decisión de la compañía de arremeter contra la población necesitada de un producto para cuidar su salud.
Pero lo cierto es que un simple frasco que a principios de año tenía un valor entre $2.500 y $3.000, hoy están costando 10 veces más sin que exista razón económica que lo justifique sino una decisión de la compañía de arremeter contra la población necesitada de un producto para cuidar su salud.
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