Con una enfermedad terminal, recorrieron 1500 kilómetros en piragua: "Marcelo es un ejemplo de vida, de fortaleza, de no entregarse"
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Recorrieron desde Granadero Baigorria hasta el gran océano Atlántico en una piragua. Uno de los protagonistas además padece un cáncer terminal, pero que en ningún momento lo detuvo. Los detalles fueron contados por los protagonistas en RADIO RAFAELA.
Navegar el Paraná en una pequeña embarcación que te permite ir al ras de río y poder tocar el agua con las manos es una experiencia única. Toda travesía resulta inolvidable para quien la haya hecho. Y hacerlo desde Granadero Baigorria hasta el gran océano Atlántico ya reviste el grado de epopeya. Así fue la aventura de 85 días de trayecto, que vivieron desde el 14 de abril al 7 de julio Andrés y Marcelo, dos baigorrienses que unieron su ciudad con la Bahía de Samborombón, pasando Punta Lara, ya en pleno mar.
En diálogo con RADIO RAFAELA, Andrés Bustos y Marcelo Lescano relataron cómo lo lograron con una piragua, recursos mínimos y un respeto reverencial por la naturaleza. Fue un ida y vuelta a puro remo, y la ayuda de una improvisada vela, calculan que a lo largo de unos 1.500 kilómetros de navegación en total.
Inicialmente relataron: ¨yo lo conocí a Marcelo porque trabajaba en la Reserva Natural y le comenté el viaje que hice anteriormente (Granadero Baigorria - Foz do Iguazú) y él, después, se compra una piragua e hicimos un viaje como para ver. Yo quería completar el Río Paraná. Para este semejante viaje se necesita un compañero, una buena persona. Y en él me gustó la forma que tenía de ser, y bueno, le tiro la propuesta. Él me respondió que tenía una propuesta de trabajo, y está todo bien, y quedó ahí. Un día apareció y me dijo 'viejo, ¿vamos al mar?' y yo no le creí¨.
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El relato continuó afirmando que fue algo rápido y espontáneo. Salieron el 14 de abril y retornaron el 7 de julio. Entre ambos hay una diferencia de edad importante, Andrés tiene 32 años y Marcelo 60. Ellos navegaron en el Paraná en plena bajante, un histórico hecho: ¨Nosotros nos fuimos con una altura del río que estaba bien, y cuando volvimos ya a 10 metros de la costa había cambiado totalmente. No solamente eso, sino que se habían caído árboles de hace años por el derrumbe de las barrancas. Y eso hay que tener cuidado navegando porque se derrumban como castillos de cartas¨.
Marcelo padece un cáncer de próstata terminal, pero esto no lo detuvo a seguir en la travesía: ¨Yo no quería ser una carga, esta enfermedad no me imposibilitó nada, soy un roble. Cuando quiero ir a algún lado, voy. Quería conocer Bolivia, fui a Bolivia caminando. Caminé por todas las playas del sur de Brasil.¨. Con respecto a su enfermedad, Lescano agregó que debe tomar morfina todos los días, ya que sino no podría caminar.
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