¿Cómo retomar los hábitos saludables después de la Navidad?

Después de Navidad y Año Nuevo, es habitual sentir el impacto de los excesos en las comidas, el desorden de horarios y la falta de rutina. Según datos de noVadiet, durante las Fiestas se ingieren hasta un 30 % más de calorías de las recomendadas y el aumento de peso promedio suele ubicarse entre dos y tres kilos.

Con el comienzo de un nuevo año, muchas personas deciden replantearse su estilo de vida y volver a hábitos más saludables, tanto en la alimentación como en la actividad física y el descanso. Para lograrlo, especialistas en nutrición y bienestar comparten una serie de claves prácticas y realistas.

Definir un punto de partida

Antes de hacer cambios, es importante reconocer cómo nos sentimos física y mentalmente. Este diagnóstico personal permite trazar un plan acorde a la realidad de cada uno y evita objetivos poco sostenibles.

Fijar metas claras y alcanzables

Tener objetivos concretos ayuda a sostener la motivación. Para eso, se recomienda:

• Escribir los objetivos, ya sea en una libreta o en una aplicación.
• Dividir metas grandes en pequeños pasos, como caminar 10.000 pasos diarios.
• Recompensar los logros, celebrando cada avance.
• Visualizar las metas con recordatorios o imágenes motivacionales.

Recuperar horarios regulares

El desorden de horarios afecta el metabolismo y el descanso. Para normalizar la rutina:

• Dormir y despertarse a la misma hora todos los días.
• Establecer horarios de comida para evitar picoteos.
• Incorporar rituales diarios, como caminatas matinales o momentos de relajación nocturna.

Mejorar la alimentación

La alimentación es clave para recuperar el equilibrio. Los especialistas recomiendan:

• Priorizar alimentos frescos y naturales, como frutas, verduras y legumbres.
• Incorporar superalimentos, como semillas de chía, kale o bayas.
• Controlar las porciones y respetar la sensación de saciedad.
• Planificar las comidas, favoreciendo la cocina casera.
• Reducir el consumo de azúcar y sal, optando por alternativas naturales.
• Apostar por complementos alimenticios, siempre como apoyo a una dieta equilibrada.

Sumar actividad física a la rutina

El ejercicio mejora la salud física y mental. Lo ideal es combinar actividad aeróbica y ejercicios de fuerza, aunque cada persona debe adaptarlo a su condición. Caminar, nadar o bailar son excelentes opciones para comenzar.

Además, la tecnología —relojes inteligentes o apps— puede ayudar a monitorear progresos y sostener la motivación.

Cuidar la salud mental y manejar el estrés

La vuelta a la rutina también requiere atención emocional. Algunas prácticas útiles son:

• Meditar o practicar mindfulness unos minutos al día.
• Realizar actividades creativas, como escribir o dibujar.
• Poner límites y evitar la sobrecarga.
• Reducir el tiempo frente a pantallas para favorecer el descanso mental.

Sostener una mentalidad de progreso

La constancia es la clave. Es normal tener retrocesos, pero lo importante es retomar el compromiso sin culpa y entender que los hábitos saludables se construyen día a día