Ciclogénesis en Argentina: ¿qué significa y cómo puede afectar a Rafaela y la región?
La palabra suele sonar alarmante y se confunde con huracanes o tormentas devastadoras. Sin embargo, la ciclogénesis es un proceso atmosférico que en algunos casos puede provocar lluvias, vientos fuertes o sudestadas en el Río de la Plata.
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Cada tanto, cuando el pronóstico anuncia temporales, aparece un término que parece sacado de un manual de catástrofes: ciclogénesis. La palabra suena rara, lo que genera confusión y temor.
Pero, según explicó Cindy Fernández, integrante del equipo de Prensa y Comunicación Ciudadana del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se trata de un proceso natural de la atmósfera y no de un fenómeno extraordinario.
En Argentina ocurre con frecuencia, sobre todo en invierno, y aunque a veces puede derivar en tormentas o sudestadas, no siempre implica un riesgo grave.

¿Qué es la ciclogénesis?
Para empezar, la ciclogénesis no es un fenómeno meteorológico sino un proceso. La diferencia es importante: un fenómeno es algo que podemos ver o sentir directamente —una nevada, un viento zonda, una tormenta con granizo—, mientras que un proceso describe los mecanismos que llevan a que eso ocurra.
La ciclogénesis es la formación o intensificación de un sistema de baja presión. Como resultado, ese sistema puede generar nubosidad, lluvias y vientos de distinta intensidad. En otras palabras, el ciclón es el “producto” de la ciclogénesis.
El término proviene de la combinación de “ciclo” (de ciclón) y “génesis” (origen). ¿Y qué es un ciclón? En meteorología, se trata de un sistema de baja presión atmosférica en el que el aire de las zonas circundantes, con mayor presión, se desplaza hacia el centro.
Debido a la rotación de la Tierra, este flujo comienza a girar en sentido horario en el hemisferio sur. Ese movimiento ascendente es el que da origen a nubes, vientos y precipitaciones.

Los distintos tipos de ciclones
La confusión más común surge porque muchas personas asocian la palabra ciclón directamente con un huracán. Pero lo cierto es que los huracanes son solo un tipo de ciclón, y existen otros con características diferentes:
- Ciclones tropicales: Son los huracanes y tifones. Se forman sobre mares cálidos y húmedos, necesitan calor para mantenerse y pueden alcanzar vientos de más de 200 km/h. Tienen un ojo bien definido y un tamaño compacto de 100 a 300 km.
- Ciclones extratropicales: Son los más habituales en Argentina. Se forman cuando chocan masas de aire frío y caliente, no tienen ojo y pueden medir más de 1000 km. Sus vientos son menos intensos que los de los huracanes, aunque afectan zonas muy amplias.
- Ciclones subtropicales: Son un híbrido entre tropicales y extratropicales. Son poco comunes en nuestra región, aunque se han registrado en Brasil.
- Mesociclones: Mucho más pequeños (de 2 a 10 km), se originan dentro de tormentas con fuertes cambios de viento en altura. En algunos casos pueden dar lugar a tornados.
En nuestro país lo más frecuente es la ciclogénesis extratropical, sobre todo en el Atlántico Sur durante el invierno, y los mesociclones en los meses más cálidos.
Impacto en Argentina
No toda ciclogénesis deriva en un temporal. En muchos casos los ciclones que se forman son débiles y solo generan nubosidad o lluvias moderadas. Sin embargo, cuando el proceso se intensifica, puede provocar vientos fuertes, lluvias intensas o sudestadas que afectan especialmente al Río de la Plata y a la costa bonaerense.
El verdadero riesgo radica en la velocidad con la que se intensifica el sistema. No es lo mismo un ciclón que se desarrolla de forma gradual que uno que lo hace en pocas horas. A este último caso se lo denomina ciclogénesis explosiva, popularmente conocida como “bomba meteorológica” o “bombogénesis”.
Si bien estos términos suenan alarmantes, el Servicio Meteorológico Nacional y los centros de predicción regional monitorean constantemente la atmósfera y emiten alertas cuando existen riesgos concretos para la población.
“Parte del miedo que genera esta palabra tiene que ver con su nombre técnico. Si en lugar de ciclogénesis dijéramos simplemente ‘formación de un centro de baja presión’, probablemente el impacto sería mucho menor”, explicó Cindy Fernández.

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