21 de mayo: Día internacional del Te

Desde 2020, el 21 de mayo se celebra oficialmente el Día Internacional del Té, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta jornada tiene como objetivo promover la producción y el consumo responsable del té, destacar su rol en la lucha contra el hambre y la pobreza, y revalorizar la importancia cultural y social de esta bebida milenaria.

Una celebración con historia

Aunque la ONU oficializó esta efeméride en 2019, la fecha ya era conmemorada desde 2005 en países productores como China, India, Sri Lanka, Kenia, Turquía y Japón. Estas naciones impulsaron la celebración para concientizar sobre los beneficios del té y defender los derechos de pequeños productores.

Una leyenda milenaria

La historia del té tiene un origen legendario: se dice que en el año 2737 a.C., el emperador chino Shen Nung hervía agua bajo un árbol cuando unas hojas cayeron accidentalmente en el recipiente. El aroma lo cautivó y, al probarlo, descubrió una infusión exquisita. Así habría nacido el té, una bebida que se volvió esencial en muchas culturas, desde la ceremonia inglesa de las 3 de la tarde hasta los rituales orientales.

El té en América

En 1640, los holandeses introdujeron el té en América y rápidamente se convirtió en un producto básico en los hogares de la alta sociedad de lo que entonces se conocía como Nueva Ámsterdam. Las clases altas ya eran orgullosas propietarias de costosas teteras, cuencos, platillos y bandejas de té de porcelana. Para 1664, Nueva Ámsterdam ya se conocía como Nueva York, tras ser ocupada por los británicos, quienes también tenían una rica tradición en la que el té era un elemento básico de su ritual diario. Durante este período, Inglaterra monopolizó el envío de tés procedentes de Asia, gracias a su control sobre la Compañía Británica de las Indias Orientales.

El té en Europa

El té llegó a Europa desde China en el siglo XVI. Existían diferentes rutas comerciales y ese es el principal motivo del origen etimológico de la palabra “té” en el mundo occidental: “Tea”, “thé”, “té” (en la forma inglesa, francesa y española, respectivamente) proviene del dialecto chino Min Nan, hablado en la región de Fujian. 

Esta versión de la palabra llegó a Europa a través de los comerciantes holandeses que, en el siglo XVII, compraban té en los puertos de la región y lo llevaron al norte de Europa, distribuyéndolo desde ahí a muchas regiones europeas. “Chá”, que es la versión utilizada en portugués, ruso, persa y otros idiomas, proviene del mandarín (茶, pronunciado “chá”). Esta versión llegó a través de la Ruta de la Seda y del comercio que Portugal mantenía con Macao.

Objetivos del Día del Té

La jornada internacional busca:

• Proteger y mejorar las condiciones de trabajo de pequeños productores.
• Establecer un marco legal que garantice sus derechos en el comercio global.
• Promover políticas que aseguren un nivel de vida digno para las familias dedicadas al cultivo del té.
• Impulsar mecanismos de regulación de precios y distribución.
• Fomentar el consumo y la comercialización justa del té a nivel global.
  
   

Beneficios del té para la salud

Además de su valor cultural y económico, el té es una fuente de múltiples beneficios para la salud:

• Antioxidantes: ayudan a retrasar el envejecimiento celular.
• Mejora la circulación: previene enfermedades cardiovasculares.
• Combate la anemia: regula el déficit de hierro.
• Fortalece el sistema inmunológico: gracias a sus flavonoides y vitaminas.
• Es diurético: favorece la depuración del organismo.