11 de mayo: Día Internacional del Nieto:

Cada segundo domingo de mayo se celebra el Día del Nieto en Argentina. La celebración de este día nacional coincide con el Día del Ahijado.

En el Día Internacional del Nieto, se celebra un vínculo especial que trasciende el tiempo y deja una marca indeleble en la historia familiar: el lazo entre abuelos y nietos.

Este 11 de mayo se conmemora el Día Internacional del Nieto, una fecha que, más allá del homenaje a los más pequeños de la familia, invita a reflexionar sobre la enorme influencia que los abuelos tienen en sus vidas. Lejos de ser meros cuidadores ocasionales o narradores de anécdotas del pasado, los abuelos ocupan un rol emocional, educativo y afectivo que deja huella en cada generación.

Nietos: una fuente de vitalidad 

Diversos estudios confirman que el contacto frecuente con los nietos mejora notablemente el estado anímico de los adultos mayores. Ver crecer a un nieto, escucharlo reír, jugar con él o simplemente compartir una charla, puede ser un verdadero motor emocional.

Los nietos raen consigo una visión fresca del mundo, invitan al juego, a la curiosidad y a la ternura. En muchos casos, los abuelos encuentran en ellos la oportunidad de revivir experiencias pasadas con una mirada renovada, más paciente y lúdica. Esa complicidad se convierte en un vínculo que enriquece a ambas partes.

La conexión intergeneracional también permite que los abuelos se mantengan activos, física y mentalmente. Desde acompañar a un nieto a la escuela hasta aprender a usar un celular para comunicarse por videollamada, los desafíos modernos impulsan a los mayores a adaptarse, a actualizarse y a sentirse útiles.

Abuelos: pilares de contención, amor y sabiduría

Desde contar cuentos hasta brindar refugio en los momentos difíciles, los abuelos suelen representar una figura de calma, experiencia y cariño incondicional. “Con los abuelos todo es más fácil”, dicen muchos niños, y no es casual: los abuelos suelen tener una disponibilidad emocional distinta a la de los padres, menos atada a las obligaciones cotidianas y más enfocada en compartir tiempo de calidad.

Además, los abuelos son transmisores de valores, costumbres y tradiciones familiares. A través de ellos, los nietos acceden a relatos que forman parte de su historia identitaria. También pueden actuar como guías ante situaciones difíciles, ofreciendo consejos nacidos de la experiencia y la empatía.

Una relación que también fortalece a los mayores

Pero el beneficio de esta relación no es unidireccional. Diversos estudios han demostrado que el contacto frecuente con los nietos mejora la calidad de vida de los abuelos, aumenta su autoestima y puede incluso tener efectos positivos en su salud mental y física. Sentirse útiles, queridos y escuchados impacta directamente en su bienestar emocional.

Desafíos de una relación que evoluciona

En una época de ritmos acelerados y familias dispersas geográficamente, mantener vivo el vínculo intergeneracional representa un desafío. La tecnología, sin embargo, ha ayudado a acortar distancias: videollamadas, mensajes y redes sociales permiten que abuelos y nietos sigan conectados incluso a kilómetros de distancia.

Al mismo tiempo, hay un llamado a las familias y a las sociedades a reconocer y valorar más activamente el rol de los abuelos, generando espacios de encuentro y políticas públicas que los incluyan.