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INTERES GENERAL

10 consejos para ahorrar nafta usando mejor el aire acondicionado

En los meses más agobiantes del verano los autos suelen gastar más nafta que lo normal y el aire acondicionado aparece como el gran responsable, por la energía que requiere para refrescar el habitáculo.

El sistema de aire acondicionado aumenta el consumo de combustible de un vehículo más que cualquier otra función auxiliar. Sucede que, para enfriar y deshumidificar, el compresor del acondicionador consume potencia del motor, y eso lleva a que se queme más combustible.

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Ahora bien, según los expertos, este efecto puede reducirse en la medida en que el conductor use mejor el equipo de refrigeración, lo que requiere adoptar hábitos y cuidados sencillos para que no trabaje más de lo necesario.

Estos son los 10 consejos prácticos para lograrlo:

  1. Al estacionar, evitar el "efecto horno": cuando un auto queda al sol con las puertas y ventanillas cerradas, se produce un efecto horno" por el que la temperatura interior puede trepar hasta los 70°. Por eso, si fuera imposible dejar el coche a la sombra, usar parasoles, cortinas y persianas será un modo efectivo de lograr que el habitáculo se mantenga más fresco.
  2. Arrancar con las ventanillas bajas: si el auto estuvo estacionado al sol, el habitáculo se encontrará a una elevada temperatura y el aire acondicionado tendrá que hacer un gran esfuerzo para reducirla.
  3. Utilizar el recirculador: los sistemas de refrigeración de los vehículos tienen un botón con una flechita doblada, cuyo uso es crucial en verano. Al activar la función de ’recirculación’ se usa menos energía porque el equipo está enfriando sólo el aire que ya está dentro del vehículo, y no trayendo aire exterior más cálido para enfriar.
  4. Dirigir hacia arriba los flujos de aire frío: el conductor puede elegir a qué rejillas dirigir el aire. Para aprovechar al máximo el frío generado por el equipo, lo ideal es configurarlo para que "sople" sólo por las ventilaciones superiores.
  5. Para refrescar a los de atrás, despejar el piso: muchas veces el conductor y su acompañante se sienten frescos, pero los que viajan en los asientos traseros se quejan de que tienen calor. La reacción común, entonces, es hacer que el aire funcione a mayor potencia. Pero la solución podría ser mucho más sencilla (y barata). A menudo basta con no poner objetos debajo de los asientos de adelante, porque podrían dificultar el paso del flujo de aire frío hacia la parte trasera del habitáculo.
  6. Usar en temperatura justa, sin enfriar de más: en los autos con un termostato digital, recomiendan fijar la temperatura en no menos de 24°, e idealmente en 25° o 26°: eso alcanza, según los expertos, para que la mayoría de las personas se sientan bien, con ropa suelta.
  7. En rutas y autopistas, encender el aire: muchos creen que, al circular a altas velocidades, pueden ahorrar combustible si apagan el aire acondicionado, abren las ventanillas y refrescan el vehículo con la corriente. En realidad, eso resulta contraproducente.
  8. Desactivar el aire antes de llegar: esto ayuda a reducir la humedad en el evaporador, disminuyendo la aparición de olores desagradables en el interior del vehículo. La otra gran ventaja de hacer esto es que se ahorra energía, ya que el sistema continuará "soplando" aire frío durante varios segundos sin utilizar el compresor.
  9. Mantener limpios los filtros de aire: el filtro de polvo y polen reduce la penetración de partículas del aire exterior en el interior del vehículo, y necesita ser reemplazado regularmente para no perjudicar la eficiencia del aire acondicionado.
  10. Revisar con frecuencia las tomas de aire: otro problema frecuente que lleva al acondicionador a funcionar mal y consumir más energía es que queden tapadas las tomas de aire que están frente al parabrisas, del lado exterior. Hojas, pequeñas ramas o frutos y otros materiales caídos sobre el vehículo pueden ser los causantes de que el aire no esté ingresando adecuadamente. Para que el sistema no pierda eficacia por estas causas, basta con adoptar el hábito de revisar y despejar las tomas de aire cada vez que nos acercamos al auto, y antes de encender el motor. Lleva pocos segundos y el beneficio es inmediato.

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