Wanda Nara lanzó una indirecta desde México y reavivó su cruce con la China Suárez

La novela del Wandagate sumó un nuevo capítulo desde Puerto Escondido, México, donde Wanda Nara se encuentra trabajando en las grabaciones de la versión latinoamericana de Love is Blind para Netflix. Sin bajar el perfil, la empresaria volvió a encender las redes con un mensaje cargado de ironía que fue interpretado como una nueva indirecta hacia la China Suárez, su histórica rival mediática.

En las últimas horas, Wanda publicó una serie de fotos en su cuenta de Instagram en las que se la ve con un vestido negro ajustado, acompañadas por una frase que rápidamente se viralizó: “Qué buena que estoy y #nosoybot”. El comentario fue leído por sus seguidores como una doble respuesta: a quienes la acusan de retocar sus imágenes con filtros y a quienes la vinculan con una supuesta red de trolls que hostiga en redes a la actriz con quien protagonizó el escándalo del Wandagate.

Un posteo con repercusión inmediata

La publicación generó un aluvión de reacciones. Comentarios como “La que puede y la que no, limita comentarios”, “Levanten la mano los bots de Wanda” y “Sos carísima Wanda” dominaron el hilo. Incluso Zaira Nara, hermana de la mediática, sumó su propio aporte con un elogio directo: “La jefa hot”.

Con este tipo de apariciones, Wanda vuelve a demostrar que sabe dominar la escena pública con publicaciones cuidadosamente calculadas para mantener su imagen como protagonista central del universo mediático argentino.

De las polémicas a la playa: entre el trabajo y el disfrute

Más allá de las controversias, Wanda también comparte una faceta más distendida de su estadía en México. Entre grabaciones, muestra imágenes de sesiones fotográficas, paseos por el océano y jornadas de relax. En esas postales aparece acompañada por su equipo más cercano: Natt Córdoba, Kennys y su estilista Hair Malambo.

Una de las historias más comentadas la retrató en una lancha, mientras su equipo flotaba en aguas profundas. “Dejando a mi team en el mar”, escribió con humor. La escena reflejaba no solo complicidad entre ellos, sino también la intención de proyectar una imagen de plenitud personal.

Con fotos en bikini, paseos por acantilados y momentos de contemplación frente al mar, Wanda logra que los paisajes de Oaxaca funcionen como marco ideal para una narrativa de libertad, poder y control mediático.

Una estrategia sostenida en el tiempo

A pesar del desgaste que suelen generar los escándalos, Wanda mantiene su capacidad de imponerse en la conversación pública. Cada publicación suya parece planificada para correrse del conflicto y al mismo tiempo dejar mensajes que reafirman su postura, su presencia y su dominio del relato.

Lejos de quedar atrapada en el revuelo del Wandagate, elige el protagonismo y lo ejerce con decisión, combinando contenido personal, provocación y una constante reinvención de su figura pública.