La diva, que habló en el foro "Mujeres y el dinero", elogió al presidente Luis Lacalle Pou. "Es el más envidiado de América", señaló.
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Susana Giménez decidió radicarse en Uruguay durante los tiempos más duros de la pandemia. Se instaló en la chacra La Mary en Punta del Este, a dónde la diva solía ir a pasar el verano junto a su familia. Tomó la decisión en desacuerdo con la cuarentena obligatoria que impuso el gobierno argentino para evitar los contagios de Covid.
Cada vez que tuvo oportunidad, la actriz y conductora de televisión elogió la vida en Uruguay, la tranquilidad, la economía y la libertad de movimiento que tiene a pesar de ser una estrella. Por eso sorprendió cuando este miércoles criticó cómo impactan en la economía cotidiana las políticas del gobierno del presidente Luis Lacalle Pou.
“Uruguay está muy caro, yo gasto más que en Estados Unidos acá”, comentó en el foro “Mujeres y el dinero” organizado por el estudio Konrad. Más allá de su comentario, que dio la vuelta al mundo a través de las redes sociales, elogió al primer mandatario uruguayo, cuya hermana Pilar se encontraba entre el público y se acercó a saludarla.
“Ustedes tienen el presidente más envidiado de América, Uruguay está fantástico. Crece todos los días y ahora bajó los impuestos. ¿Quién baja los impuestos en América Latina?”, comentó la diva, disparando un tiro por elevación contra el gobierno argentino, al que siempre objetó por su política impositiva.
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También confesó que La Mary, donde construyó su lujosa mansión, fue una de las decisiones más acertadas de su vida. La propiedad, que adquirió 30 años atrás en una cifra cercana a los 1.5 millones de dólares, se valorizó mucho con el paso del tiempo, y no solo eso, la considera su lugar en el mundo.
“Fue la mejor inversión de mi vida, porque compré una cosa que ahora vale muchísimo. Tengo 14 hectáreas a 5 minutos del Conrad”, enumeró sobre la propiedad ubicada en Punta del Este, en la parada 27 de Playa Brava.
Más allá de que venderla sería un gran negocio, aseguró que ni siquiera se le cruza por la cabeza hacerlo. No solo le gusta vivir ahí, sino que disfruta de la forma como la reciben los uruguayos y lo agradeció efusivamente. “Me tratan de forma divina. En la calle me dicen cosas increíbles, impresionante de amorosos”, contó.
Finalmente, habló de Thelma, su perra que falleció días atrás. “Yo les puse un profesor, por ejemplo a Thelma, pobre, que acaba de partir, por eso estoy muy triste, le puse un profesor porque también era una bestia. Y con el profesor aprendía todo, hacía todo, le decía ‘sit down’ y se sentaba", recordó.
"Yo decía ‘qué brutal esto’, pero el tipo cerraba la puerta, el portón y la perra venía a 200 kilómetros por hora, se subía a la mesa donde estaba puesto el té con las botazas, o sea que no me dio resultado”, añadió entre risas. LA CAPITAL.
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