"Los asesinos de la luna" ya se puede ver en los cines. Dura casi tres horas y media, pero te contamos por qué vale la pena verla en la gran pantalla.
Ver una película de Martin Scorsese en la gran pantalla es definitivamente una experiencia completamente distinta. El director de clásicos como "Buenos muchachos" logra climas, tensiones y acción que el sonido y la imagen de una sala de cine hacen que se convierta en algo superador.
Lo consigue con "Los asesinos de la luna", su última película, protagonizada por Leonardo DiCaprio y Robert De Niro. Centrada en un caso real -contado en el libro homónimo de David Grann-, el realizador combina el thriller con el drama en la historia de los Osage, un pueblo indígena norteamericano que descubre petróleo en un pueblito desértico de Oklahoma durante la década del 1920.
Eso los vuelve ricos, pero trae consigo una suerte de maldición: la avaricia de los hombres blancos de la época que llegan para quedarse con su dinero casándose con las mujeres o hasta matándolos uno a uno para conseguirlo.
DiCaprio interpreta a Ernest, un excombatiente de guerra que se instala en el rancho su tío, Martín (De Niro), un viejo amigo de los locales, que tiene amplio poder de manipulación.
En su nuevo espacio y en el medio de su trabajo como chofer , conocerá a Mollie (una sutil e impresionante Lily Gladstone), una de las nativas adineradas que atraerá el ¿corazón? del exsoldado.
Scorsese inicia su film como lo que parece una historia de gángsters a las que nos tiene acostumbrados pero en un contexto bien diferente, para de a poco ir convirtiéndolo en un drama duro sobre la ambición y la corrupción de la sociedad.
Comentarios