Natalia Oreiro defendió la diversidad del cine argentino y se diferenció de Guillermo Francella
En la avant premiere de La mujer de la fila, la actriz resaltó la necesidad de que convivan propuestas masivas y de autor. “Nuestro cine es nuestra historia”, afirmó.
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El debate sobre la actualidad del cine argentino sumó una nueva voz en las últimas horas. En medio de la presentación de su nueva película La mujer de la fila, Natalia Oreiro fue consultada por las declaraciones recientes de Guillermo Francella, quien había cuestionado a cierto cine “premiado” pero alejado del público.
Ante la prensa, Oreiro fue clara:
“Yo celebro que todas las personas puedan expresarse, que sea respetada su expresión, aunque uno no esté de acuerdo. En lo personal, creo que hay que hacer cine de todo tipo de género. No creo que el éxito de una película radique en la cantidad de espectadores que vayan a verla”.
“Deben convivir”
Oreiro defendió el lugar de las producciones masivas pero subrayó que estas no deben opacar otras propuestas:
“A mí, siendo una actriz popular, me encanta hacer películas masivas y que la gente vaya al cine y se identifique, pero también creo muy necesario el cine de autor, el cine emergente, las óperas primas. Deben convivir. Nuestro cine es nuestra historia”.
La actriz mencionó como ejemplo a Benjamín Ávila, director de Infancia Clandestina, ópera prima independiente que representó a la Argentina en el exterior, y destacó el valor de las miradas diversas dentro de la industria.
Respeto por Francella
Consultada sobre Francella, Oreiro se mostró afectuosa:
“A Guillermo lo quiero mucho porque hice mi primera película con él. Imaginate si no lo voy a recordar con cariño. Es un tanque”.
Aunque todavía no vio Homo Argentum, el filme más reciente del actor, prometió hacerlo y extenderle una invitación para que vea su propia película.
El cine y la política
Oreiro también rechazó la idea de reducir la producción cinematográfica a una cuestión partidaria:
“Reducir un hecho artístico a una corriente política es muy simple. Yo abogo por la diversidad de proyectos, de opiniones. Lo que necesitamos es conectar y el cine nos conecta con eso”.
Por último, remarcó la libertad de elección del público:
“Decirle a una persona cómo tiene que ver una película es subestimarlo. Yo jamás le diría al público que vea una película por su ideología. El arte no es eso. El cine no es eso”.
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