La norma porteña que impide a Mauro Icardi salir del registro de deudores alimentarios

El caso de Mauro Icardi volvió a poner en foco el funcionamiento del Registro Público de Alimentantes Morosos (RPAM) de la Ciudad de Buenos Aires y las condiciones estrictas que rigen para abandonar ese listado oficial. Aunque en los últimos días trascendió que el futbolista habría regularizado las cuotas adeudadas por la manutención de sus hijas, su nombre continúa figurando en el registro, una situación que no resulta excepcional sino que responde a una regla vigente poco conocida fuera del ámbito judicial.

La normativa establece que pagar la deuda no alcanza para salir del RPAM. La cancelación de la inscripción sólo puede concretarse mediante una orden expresa del juzgado interviniente y, además, requiere el pago de un arancel administrativo. Hasta que ese trámite no se completa, la persona sigue siendo considerada deudora a los efectos legales, con todas las restricciones que ello implica.

Cómo funciona el Registro de Alimentantes Morosos

El RPAM fue creado para garantizar el cumplimiento efectivo y sostenido de las obligaciones alimentarias, en resguardo de los derechos de niños, niñas y adolescentes. Una vez que un juez ordena la inscripción, esta permanece activa hasta tanto el propio juzgado disponga su levantamiento formal.

Mientras el nombre figura en el registro, el alimentante puede enfrentar limitaciones concretas, entre ellas la prohibición de salir del país, obstáculos para realizar determinados trámites administrativos o la imposibilidad de celebrar algunos contratos. Por ese motivo, la permanencia en el listado tiene consecuencias que exceden lo simbólico o reputacional.

El contexto del caso Icardi

La situación del delantero del Galatasaray tomó mayor notoriedad pública luego de que trascendiera su intención de viajar a la Argentina para pasar la Navidad con sus hijas, Francesca e Isabella. En ese marco, surgieron versiones sobre una supuesta regularización total de su situación, que luego fueron relativizadas por Wanda Nara, quien aseguró que el juez aún no levantó ni la inscripción como deudor ni las restricciones asociadas.

La controversia expuso con claridad que, aun cuando exista un pago, el levantamiento del registro depende exclusivamente de una resolución judicial, lo que puede demorar varios días o semanas.

Controles reforzados en la Ciudad

El caso Icardi también se da en un contexto de mayor fiscalización estatal. Desde marzo, la Ciudad de Buenos Aires intensificó los controles en estadios de fútbol y eventos culturales masivos para detectar alimentantes morosos. En casi un centenar de operativos realizados durante el año, se identificaron 75 personas inscriptas en el RPAM, lo que refleja el alcance de la problemática.

Actualmente, más de 11.000 personas figuran como deudores alimentarios en el registro porteño. La política pública apunta a desalentar el incumplimiento y reforzar el principio del interés superior del niño, estableciendo que la salida del registro sea un proceso controlado, documentado y avalado por la Justicia