La angustia de Cinthia Fernández por el cierre de su Instagram: “Con esto mantengo mi casa”
Entre lágrimas, la mediática denunció que le suspendieron la cuenta por cuarta vez y aseguró que su sustento económico depende de las redes sociales
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Un momento de fuerte carga emocional se vivió este lunes por la mañana en el programa La mañana con Moria (El Trece), cuando Cinthia Fernández rompió en llanto al contar que volvió a sufrir el cierre de su cuenta de Instagram, principal herramienta de trabajo y fuente de ingresos.
Visiblemente afectada, la panelista explicó que se trata de la cuarta suspensión en lo que va del año y aseguró que el bloqueo se produjo a partir de denuncias masivas por presunto abuso infantil, que —según aclaró— se vinculan a videos donde aparece bailando con sus hijas.
“Me volvieron a cerrar la cuenta de Instagram. Me hacen denuncias por abuso infantil a videos en los que estoy bailando con mis hijas. Hay gente que no tiene nada que hacer y jode”, expresó entre lágrimas.
Fernández remarcó que su actividad en redes sociales es su única fuente de trabajo y que la pérdida de la cuenta impacta de manera directa en su economía familiar.
“Con esto mantengo mi casa entera, vivo y como de las redes. Yo quiero laburar nada más”, sostuvo, con la voz quebrada.
Denuncias con bots y bloqueos automáticos
Durante su descargo, la mediática detalló el mecanismo que, según su experiencia, termina en la suspensión de sus perfiles:
“Son bots, robots que hacen miles de denuncias juntas. El sistema detecta eso y te bloquea sin chequear si es cierto”, explicó.
En ese sentido, aclaró que no tiene relación con promociones de apuestas ilegales, tema por el cual ya había sido cuestionada en otras oportunidades. “Yo no promociono casinos. Lo hice una sola vez y me presenté en la Justicia”, afirmó.
Además, señaló que recuperar una cuenta cerrada implica costos elevados, justo en una época clave desde lo comercial:
“Llegan las fiestas y tengo muchos productos que vender, marcas que me contrataron. No puedo trabajar si no tengo mis redes”.
Sospechas y desgaste emocional
Cinthia dejó entrever que cree que los ataques provienen de alguien de su entorno cercano, aunque evitó dar nombres concretos. Incluso mencionó que su pareja, Roberto Castillo, también habría sufrido intentos de hackeo.
“Es una obsesión”, aseguró.
Por último, explicó su situación personal y económica, remarcando que asumió sola la manutención de sus hijas tras un acuerdo previo:
“Yo cerré un acuerdo de no pedir manutención a cambio de la casa. Me ocupo de todo. Necesito trabajar”.
El testimonio dejó al descubierto el impacto real que tienen las plataformas digitales en la vida laboral de los influencers, y cómo una suspensión puede desarmar, en cuestión de horas, años de trabajo.

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