“Estoy bien. No es algo que me debe pasar a mi sola, le debe pasar a la mayoría de las personas. Es una etapa copada que te pase eso, porque entendés que muchas cosas que pasan hoy tienen que ver con cosas del pasado y cuando transitás esto es porque estás sanando ciertas cosas”, comenzó diciendo sobre su actual proceso de sanación. “Me está tocando ahora de plantearme por qué me pasa que cada tanto que no me siento bien. Me estoy ocupando de estas cosas, a todo lo que es salud mental hay que darle mucha bolilla”, puntualizó la cantante.“Hay gente que lo siente y le da vergüenza, porque escucha que si te duele algo o si te entristece algo, te victimizas y sos susceptible. Y no tiene nada que ver con esto. Tampoco está bueno esto de medir a quien le pasa algo más grave o no, todo tiene que ver con la capacidad de resistir que vos tengas”, siguió la intérprete de Corazón mentiroso, a la vez en que afirmó que, en este tránsito, se está “empezando a conocer y a sentirme un poco mejor”. “Estoy haciendo terapia, psicología y psiquiatría”, dijo.
A la hora de ocuparse de lo mental, Karina lo comparó con “la salud física”: “Si vos tenés algo y no te controlás y te dejás estar, se torna en algo más grave. Con la salud mental es lo mismo, hay que ocuparse, porque si no te ocupás te puede llevar a una gran depresión”. Luego reveló cuál es su padecimiento: “Yo claramente empecé todo esto porque vengo con una depresión de hace muchísimos años que la dejé de lado. De repente sos muy profesional y estás mal, pero te subís al escenario, tenés muchos shows, actividades laborales, y vas ‘todo bien, todo bien’. Pero cuando te bajás, tenés los mismos problemas. Por esa razón dejé de lado, no me ocupé en su momento y eso hizo que se vuelva cada vez más oscuro más negro. Ahora dije: ‘No quiero estar más así'”.
Karina subrayó la importancia de contarlo con todas las letras. “Sé que hay mucha gente que le pasa y está bueno que no se sientan mal, con vergüenza. Yo tenía vergüenza de decir: ‘Estoy triste, estoy mal’. Que la gente entienda que si te pasa, no tenés que tener vergüenza, no estás loco por ir al psicologo ni por estar medicado”, dijo.
“A veces no tenemos los limites bien definidos de la tristeza. Podés llorar hasta acá, tantos días, que no se te vaya el hambre, que no dejes de dormir. Todo eso me pasaba y ahora que me estoy ocupando, de repente está mejorando todo”, detalló la cantante de cumbia.
“Me cansé de estar mal. Es como cuando las parejas no funcionan y te dicen: ‘Che, esto no va’. Por más que te hable el otro, hasta que no hacés el clic vos, no te das cuenta. Yo me cansé de estar mal, ya me cansaba de estar mal...”, insistió sobre sus ganas de sanar.
“La soledad, cuando estás mal, se potencia. Y más aun viendo que estás rodeada de mucha gente. Si tenés que elegir a uno solo de confianza, por ahí no hay ni uno de todos los que te rodean. Esas cosas te hacen sentir un objeto, una cosa vacía. Y ni hablar cuando la gente se te acerca y decís: ‘Opa, sos valiosa’. Y después te das cuenta de que se acercó por tu trabajo, porque cantás, y no por la persona. En la vida te pasa así, también, con amistades, conocidos.... No sé, es mi mambo mío, el quilombo mío”, ahondó Karina con respecto a cómo la afecta ser una figura pública y llevar a cuestas su padecimiento. “Yo no me curé de esto, porque sigo mal”.
Por otra parte, se encargó de aclarar que nada de esto tiene que ver con Nicolás Furman, su exnovio. “Pobrecito, él no tiene nada que ver”, dijo sobre su ex. Y arrojó un deseo para su futuro inmediato: “Ojalá este año se me acerque gente buena leche y no mala leche”.
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