El debate oral comenzó en junio de 2021 y se realizó en gran parte de manera reservada por ser las seis víctimas menores de edad al momento de los hechos.

Este miércoles, Emanuel Ioselli (24), mejor conocido como "Camus Hacker" fue condenado a 10 años de prisión tras ser encontrado culpable de los delitos de "Trata de personas con fines de explotación configurada mediante la promoción, facilitación y comercialización de pornografía con niños".

El joven ya tenía una condena a tres años de prisión en suspenso por otro caso de extorsión, que quedó unificada ahora con la pena de 10 años de cumplimiento efectivo. Asimismo, su cómplice Gastón Rubén Favale (42) también fue condenado, en este caso a 15 años de prisión.

Actualmente, Ioselli está detenido en la cárcel de Ezeiza, desde donde escuchó la lectura del veredicto por videoconferencia, al término de un juicio oral en el cual las fiscales Gabriela Baigún y Alejandra Mángano lo acusaron de aprovecharse de la condición de vulnerabilidad de las víctimas y amenazarlas, con el fin de lograr su consentimiento para continuar con las sesiones fotográficas entre abril de 2016 y el 8 de junio de 2018.

Según lo que indicó el tribunal, ambos extorsionaban a jóvenes vulnerables, les sacaban fotos con falsas promesas y luego las utilizaban para venderlas en redes sociales y sitios de Internet. En el caso de Favale, tuvo una condena más alta porque además fue hallado culpable de violar a una de las menores.

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El Tribunal ordenó el decomiso de todos los dispositivos electrónicos secuestrados a los dos acusados para proceder luego a su venta, previa destrucción del contenido de índole privado referido a la actividad criminal. Y se dispuso una restitución económica a favor de las seis víctimas por montos que van entre los $32.657,93 y los $163.287,16 pesos.

Los hechos

Camus se volvió famoso en el 2015 por confesar que había sido él quien filtró fotos y filmaciones sexuales de mujeres famosas en redes sociales, incluso en sitios de pornografía.

Según las investigaciones, los dos procesados se hacían pasar por productores, captaban a las adolescentes a través de redes sociales, se aprovechaban de su situación de vulnerabilidad y ofrecían "sesiones de modelaje" a cambio de una paga, que iba desde dinero, celulares y hasta incluso útiles escolares.

Emanuel Ioselli y Gastón Rubén Favale.

Cuando las adolescentes aceptaban, pactaban encuentros para "pruebas fotográficas" en un hotel alojamiento del barrio porteño de Villa del Parque. Según los testimonios y pruebas en la causa, luego de las sesiones de fotos, las víctimas eran amenazadas con la publicación de sus imágenes en Internet o el envío a sus familiares.