Pablo Prigioni es uno de los miembros de la generación dorada del baloncesto argentino, equipo que durante casi dos décadas (2001-2019) fue uno de los más competitivos del concierto internacional en el mundo del baloncesto en donde pudieron codearse al tú por tú con las potencias más grandes e inclusive subir a la cima del podio en más de una ocasión.

Sin embargo, en tiempos actuales solamente queda un jugador en actividad de aquel mítico equipo albiceleste y ese es Carlos Delfino, quien a sus 41 años de edad sigue jugando en ligas top de Europa, al mismo nivel de Facundo Campazzo, Gabriel Deck en el Real Madrid y Nicolás Laprovittola en el FC Barcelona.

Sólo hay uno y no es jugador. Se trata de Pablo Prigioni, que sigue dejando bien alto a la Argentina ahora en su etapa como entrenador y tendrá la oportunidad de disputar un Juego de las Estrellas que se estará disputando del 16 al 18 del mes en curso en las instalaciones del Gaibridge Fildhouse de Indianápolis.

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Prigioni es el entrenador asistente principal de los Minnesota Timberwolves quienes lideran la Conferencia del Oeste en la liga y el cordobés se convertirá en el segundo argentino en llegar a un Juego de Estrellas, quien estará una vez más apoyando a Chris Finch, entrenador en jefe de los Timberwolves para dirigir al seleccionado del Oeste.

La carrera de Pablo arrancó como asistente en los Brooklyn Nets en 2018 y en 2019 pasó a Minnesota, donde recibió la responsabilidad para trabajar la parte ofensiva del equipo. Prigioni también se desempeña como el entrenador principal de la Selección Nacional de Argentina que próximamente deberá afrontar la Americup.

Prigioni se une a los libros de historia del baloncesto en América Latina y en especial de Argentina por esta participación en el Juego de las Estrellas, y siendo además el segundo argentino en este tipo de eventos, ya que el primero fue Emanuel ‘Manu’ Ginobili, quien siempre defendió los colores de los San Antonio Spurs.