El chico de 18 años nació en Estados Unidos pero representaba a Tonga. Lo encontraron sin vida en la isla de Ha'apai, donde vivía.
Jackson James Rice, un talentoso kitesurfista de 18 años, murió trágicamente en un accidente de buceo en la isla de Ha’apai, Tonga. Rice, quien se había clasificado recientemente para competir en los Juegos Olímpicos de París 2024, falleció tras un desvanecimiento mientras practicaba apnea desde un barco.
El joven atleta se encontraba buceando cuando ocurrió el fatídico incidente. Su padre, Darren Rice, confirmó al periódico local Matangi Tonga que el cuerpo de su hijo fue hallado debajo del barco. Otros buceadores intentaron reanimarlo sin éxito. Según las declaraciones de su padre, Rice murió a causa de un “presunto desvanecimiento en aguas poco profundas”.
Jackson James Rice estaba destinado a hacer historia este verano como el primer europeo en representar a Tonga en unos Juegos Olímpicos, tras haberse clasificado para el nuevo evento de kitesurf. En diciembre del año pasado se había asegurado su puesto en la cita olímpica francesa al obtener un octavo lugar en el evento de Sail Sydney.
Nacido en Estados Unidos de padres británicos, Rice se mudó a Tonga a una edad temprana y creció en Ha’apai, donde sus padres dirigen un albergue turístico. Aunque de origen británico-estadounidense, Rice se consideraba tongano y representó al país en numerosos eventos internacionales de kite foiling, una modalidad del kitesurf que incluye un hidroala bajo la tabla. Su debut en los Juegos Olímpicos de París estaba programado para el periodo del 26 de julio al 1° de agosto de este año.
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La noticia de su muerte ha causado una profunda tristeza en la comunidad local y entre sus seguidores internacionales. La hermana de Jackson, Lily Rice, expresó su dolor y homenaje a través de las redes sociales. En una publicación de Facebook, Lily escribió: “Fui bendecida con el hermano más increíble del mundo y me duele decir que falleció. Era un increíble kitefoiler y habría llegado a los Juegos Olímpicos y habría salido con una gran medalla brillante... hizo muchísimos amigos increíbles en todo el mundo”.
La Federación de Kitesurf de Tonga y los círculos deportivos internacionales también han mostrado su consternación y pesar por la pérdida de un atleta tan prometedor. Las palabras de Lily capturan el espíritu de Jackson, no solo como un deportista extraordinario sino también como una persona que tocó las vidas de muchos con su carisma y pasión por el deporte.
La modalidad de kitesurf en la que Rice iba a competir combina elementos de varias disciplinas deportivas como la vela, wakeboard, windsurf, surf y parapente, creando un deporte extremo lleno de adrenalina y técnica. En la última década, el kitesurf ganó popularidad y se convirtió en una disciplina olímpica, dando a Jackson Rice la oportunidad de mostrar su talento en el mayor escenario deportivo del mundo.
La comunidad de Ha’apai, donde James creció, está de luto por la pérdida de un joven que no solo representaba el futuro del kitesurf, sino también el espíritu y la resiliencia de Tonga en el escenario deportivo global. En la humilde isla, su presencia siempre fue notable por su talento excepcional y su carácter amistoso. Aquellos que lo conocieron y aquellos que siguieron su carrera siempre lo recordarán como un joven brillante que estaba destinado a alcanzar grandes alturas en el mundo del deporte.(Página 12)
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