En un nuevo aniversario de la victoria histórica de BH, el entrenador del equipo recordó aquellos tiempos en Radio Rafaela.

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El 25 de mayo, el Club Sportivo Ben Hur y la ciudad recordaron el decimoctavo aniversario de uno de los logros deportivos más importantes de la historia de la ciudad. En 2005, el Lobo se coronaba campeón de la Liga Nacional de Básquet luego de vencer en la serie final a Boca por 101 a 92 en el estadio "Coliseo del Sur".

Una multitud aproximada de 4.500 personas en el estadio "Coliseo del Sur" fue testigo del suceso. Aquel equipo sigue conservando los mejores números de la Liga Nacional y mantiene el récord vigente de eficiencia, el 83% de los puntos en disputa.

Para recordar la epopeya, desde Radio Rafaela nos pusimos en contacto con un protagonista indiscutido de este logro, Julio Lamas, entrenador del equipo de los sueños que hizo vibrar a toda la ciudad.

"El equipo jugaba muy, muy bien, lo intentaba todas las noches. Se juntaron los deseos de muchos integrantes del plantel y no te regalaban un partido. Antes y durante el encuentro, el equipo hacía todo, eso hizo que llegue a ese nivel de eficiencia. Es un orgullo haberlo integrado", comentó el entrenador.

Lo más importante que le dejó su paso por la ciudad es su hija Julieta, que nació en aquí, contó Julio. “Yo llegué a Rafaela de una manera y me fui mejor, crecí como profesional y como persona, me cayó como anillo al dedo”, dijo.

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Como entrenador

Lamas no borra de sus recuerdos el día del debut contra Libertad, teniéndolo a él como entrenador. "Me echaron a Leo, me echaron a mí, empezamos mal, perdimos de local en la Copa Argentina y quedamos eliminados. Nos portamos mal", relató.

También recordó que, dos o tres días después, Alfredo Curiotti lo invitó a conocer la fábrica. “Creo me quería dar un mensaje de cómo era Rafaela, me contó cómo era la ciudad, los valores que tenía que eran los mismos que los míos”, sostuvo.

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Al llegar a la ciudad, lo primero que conoció fue el Club, “me gustaron mucho las instalaciones de entrenamiento y de juego, estaba siempre todo impecable. Era muy lindo ir a trabajar y el equipo venia subiendo de categoría y creciendo sostenidamente”, contó.

“Me encantó sumarme al Club y con el tiempo fue conociendo la ciudad. Rafaela me gustó más aún, es un lugar de gente de trabajo, un poco una burbuja, está por encima del promedio de otras ciudades del nuestro país en cuanto la ocupación total de la gente, en cuanto a la seguridad, en cuanto a la limpieza”, dijo.

“Es una ciudad que, en lo educativo, intenta levantar la mirada todo el tiempo”, sostuvo. En esa línea, mencionó a la UNRaf, que "es una muestra de eso, que todos los chicos de la ciudad tengan un lugar para estudiar".