Fue una de las promesas de las inferiores xeneizes, donde debutó con un gol a Racing en La Bombonera en 2008. Por la Lepra tuvo un paso fugaz durante el segundo semestre de 2011, antes del arribo del Tata Martino como DT.
Retirado del fútbol profesional luego de 16 años de carrera, el ex delantero de Newell's Ricardo Noir reveló en una entrevista que ahora montó una peluquería en su casa de Villa Elisa, Entre Ríos, siguiendo el consejo de un psicólogo que cononoció cuando era jugador de Racing.
"Cuando yo dejé, durante dos meses estuve de vacaciones. Pero después me fue cayendo la ficha de que no era más jugador profesional y me sentía mal. De hecho, ahí he hablado con el psicólogo deportivo que tuve en Racing, Gustavo Goñi, que me ayudó un montón. Me dijo que tenía que buscar algo que hacer para reemplazar al fútbol", contó.
"El año pasado dirigí las inferiores del club de acá de Villa Elisa, y me hizo sentir útil de nuevo. Después, ya nada que ver con el fútbol, me acordé que de chico me gustaba cortar el pelo y me puse a hacer el curso de peluquero. Hoy acá en casa me armé una peluquería en donde tenía una habitación para las camisetas de fútbol", agregó Tito.
Ricardo Noir afirma que disfruta mucho este momento de su vida. "Le corto a los conocidos, a los que tengo en el WhatsApp, y hago todos los cortes modernos que les gusta a los futbolistas ahora, ja. La paso bien, hablo de fútbol ahí que es algo que me encanta. Siempre pongo los partidos ahí y los vemos mientras corto”.
Noir debutó en Boca en 2008 bajo la dirección técnica de Carlos Ischia y un par de años después fue cedido a Barcelona de Ecuador. Tras un breve regreso al Xeneize, donde fue uno de los mimados del por entonces manager Carlos Bianchi, recaló en Newell's de la mano de Javier Torrente, aunque en Rosario solo jugó el segundo semestre de 2011.
Durante ese torneo, el punta jugó 18 partidos y marcó dos goles, ambos en la victoria 3-1 de la Lepra sobre Belgrano, en Córdoba.
La carrera del delantero continuó en Banfield, después pasó por Racing, emigró a Chile, para jugar en la Universidad Católica y regresó a la Argentina para jugar en Huracán, Atlético de Tucumán, Belgrano y San Martín de Tucumán. Estuvo en Palmaflor, de Bolivia, y luego en Gimnasia de Concepción del Uruguay, su último equipo.
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