Colón SF tiene siempre el mismo final: pierde
Cayó 1 a 0 ante Estudiantes de Caseros, que lo justificó en el primer tiempo aprovechándose de un error garrafal e impresentable de Castet. En el segundo, Estudiantes “relojeó” el partido y Colón no hizo nada para empatarlo.
:format(webp):quality(40)/https://radiorafaelacdn.eleco.com.ar/media/2025/09/colon_2.webp)
Partido de compromiso, para cumplir con el reglamento, sin nada por jugar y sin que el resultado pueda modificar algo. Apenas un breve “banco de pruebas” (estos dos partidos) para que algunos puedan aprovechar la oportunidad de mostrarse. Y para Medrán, la chance de ganar por fin el primer partido como técnico de Colón y mejorar una productividad tan floja en los números como fue esta campaña. Eso, nada más. Una imagen desdibujada que terminó defraudando a su gente y convirtiendo, a este año 2025, en uno de los peores de la historia.
Con los jugadores elegidos, había que tratar de poner la pelota contra el piso. Prohibido tirar pelotazos porque no había delanteros que pudieran aguantar la pelota. Entonces, había que juntar pases y crear sociedades. Era pedirle demasiado a este equipo que nunca lo hizo en el torneo. Pero lo intentó en el comienzo, aunque sin profundidad y sin crear una sola jugada de peligro frente al arco de Budiño, que apenas tuvo que tirarse a los pies de Taborda cuando se internó en el área y la adelantó en demasía, permitiendo la intervención del arquero.
Estudiantes jugó mejor que Colón en el primer tiempo. Atacó mucho por el sector de Zahir Ibarra, por donde se tiró Enzo Acosta, pero con apariciones de Mateo Acosta, el “9” de Estudiantes que se movió muy bien e hizo prevalecer su mayor potencia física frente a un Soto que no le cuidó las espaldas a Zahir Ibarra y tampoco se “bancó” al “9” rival cuando lo tuvo que marcar.
:format(webp):quality(40)/https://radiorafaelacdn.eleco.com.ar/media/2025/09/colon_3.webp)
Un grosero e impresentable error de Castet, le dio a Estudiantes la posibilidad de ponerse en ventaja. Tomás Paredes –el mejor de Colón en el primer tiempo- había tapado dos o tres remates que los encontró muy bien ubicado. Pero Castet no pudo dominar una pelota cruzada, le pasó entre las piernas y le quedó a Correa, que se perfiló para rematar y fue derribado por el mismo Castet (recibió la quinta amarilla y no jugará el domingo con CADU). Penal que Barraza (se fue ovacionado cuando terminó el primer tiempo) no dudó en cobrar y que Mateo Acosta se encargó de convertir en gol con un remate fuerte y al medio.
Poco de Colli por derecha, algunos chispazos de Taborda por izquierda, muy intermitente Bernardi y activo Lago, pero jugando en soledad y con los grandotes de Estudiantes de Caseros sin darle un centímetro. Así, a Colón se le hizo casi imposible llegar con chances al arco de Budiño. Y del otro lado, todo lo contrario. Cada vez que Estudiantes inclinaba el juego hacia el sector derecho de la defensa sabalera, se convertía en una jugada de peligro. Suficientes argumentos para que el primer tiempo termine con un 1 a 0 merecido para Estudiantes.
Medrán sacó a Soto (uno de los peores del primer tiempo) y puso Negro, en tanto que sacó a Lautaro Gaitán (estaba amonestado), dándole un poco de aire al equipo en el medio con la presencia de Zahir Yunis. Antes de los 10 minutos, Medrán metió a Jourdan en lugar de Taborda, pasando Colli a abrirse por izquierda.
Colón empezó a tener un poco más la pelota, pero no llegaba. La razón era sencilla: la ausencia de un jugador de área le restaba profundidad. Por ende, cualquier leve mejoría no tenía chances de progresar por la falta de peso ofensivo. A los 25 minutos tomó nota Medrán y puso al pibe Iván Ojeda en reemplazo de Bernardi, retrocediendo Lago a la función de media punta. Y un ratito después Córdoba en lugar de Colli, otro de los que paseó intrascendencia y falta de desequilibrio.
Estudiantes se “tranquilizó” en el segundo tiempo. Se relajó porque vio que por más que le regale terreno y pelota, Colón no iba a tener la confianza y la potencia necesarias para poner en riesgo una victoria que nunca estuvo en discusión. Fue el acostumbrado final de Colón. Un equipo que jamás reaccionó, que ya llegó a las 20 derrotas, que le falta una para igualar a la campaña de mayor cantidad de partidos perdidos de su historia y que termina este torneo con dos empates y ocho derrotas en los últimos diez partidos. Lamentable. Y Medrán sumido en esa insoportable levedad. Era clarito: a veces, el problema de un equipo es el técnico; otras veces –como esta- el problema del técnico (o los técnicos, mejor dicho), es el equipo. Menos mal que se termina el domingo.
Enrique Cruz- El Litoral

Para comentar, debés estar registradoPor favor, iniciá sesión