Así lo contó Gustavo, en conversación con RADIO RAFAELA por la reciente instalación del primer tambo robotizado para fines comerciales de toda la provincia de Santa Fe.
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Este 14 de noviembre se celebra en Argentina el “Día del Tambero”. Es un homenaje a los que con su esfuerzo y tesón crearon esta entidad, en la difícil tarea de “sacar la leche”.
Hace poco, RADIO RAFAELA, conoció el primer tambo robotizado de la provincia con fines comerciales, de la familia Barra. Queda en las tierras de Colonia Galisteo, a 37 kilómetros de Rafaela, en la cuenca lechera santafesina y generó una completa revolución.
Gustavo Barra, junto a su hijo Martín explicaron de principio a final de qué se trata esta herramienta de pura innovación que permite la automatización completa del trabajo. Según relataron a este medio, lograron adquirir tres robots de ordeñe que controla los litros de producción individual de cada vaca, detecta si tiene mastitis, limpia los pezones e incentiva la producción en un campo libre.
Además de la inversión en las máquinas, fue necesario abandonar la antigua estructura y hacer modificaciones en el establecimiento haciendo el tambo completo a nuevo. Todo el sistema se desarrolla sobre un campo de 100 hectáreas. Una vez instalados los equipos, tuvieron que realizar un proceso de entrenamiento de los animales, para que se acostumbren a entrar y salir del nuevo circuito de alimentación y ordeñe solos, algo que lograron en unos 3 o 4 días. Para eso, en el tambo les suministraron alimento con saborizante a fin de que se sientan atraídos a ingresar a ordeñarse.
Después de ese período, las vacas comenzaron a hacer una circulación voluntaria, es decir, van y vienen solas de las parcelas a la sala de ordeñe durante las 24 horas, sin necesidad de que haya un operario trasladándolas. En este sistema, el campo está dividido en tres parcelas de alimentación: las dos primeras son pastoriles, con alfalfa y avena, y la tercera es un patio donde se suministra el grano y el silo de maíz.
Cuando la vaca ingresa al robot, este identifica qué animal es, determina la cantidad de comida que tiene que darle y la forma de la ubre para conectar los pezones, entre otras cosas, todo de forma automática sin que intervenga ninguna persona. Los robots cuentan con comederos inteligentes, de modo que cuando una vaca ingresa para el ordeñe y la máquina detecta que está aumentando su producción, le va aumentando la cantidad de balanceado suministrado, dosificando por litro de leche.