Hace poco más de una semana, el cielo se tiñó de gris para los hinchas de Atlético de Rafaela y para toda la ciudad. El equipo con más categoría de la región descendió tras perder 2-1 frente a Talleres de Remedios de Escalada. Después de 35 años de profesionalismo, Atlético jugará en el torneo Federal A.
El descenso no fue porque sí, sino, según los comentarios de algunos hinchas, de una acumulación de decisiones erradas, principalmente en la dirigencia. La comisión directiva enfrentó internas, los refuerzos no cumplieron las expectativas, y el rendimiento general del plantel dejó mucho que desear. Además, la inestabilidad fue constante: cuatro directores técnicos pasaron por el equipo en la temporada, y el presidente Diego Kurganoff renunció tras un partido que terminó con incidentes, balas de goma y amenazas entre hinchas.
La salida de Ezequiel Medrán a principios de abril, tras dos meses de malos resultados, marcó el inicio de una sucesión de intentos fallidos. Llegó Ricardo Pancaldo, conocido por su capacidad para revertir crisis, pero no logró cambiar el rumbo y dejó su cargo en junio. Damián Nardozza asumió el 11 de ese mes, pero tampoco pudo evitar la caída. Finalmente, Iván Juárez, un ídolo del club, tomó las riendas el 20 de agosto. Si bien su gestión mostró mejoras, no fueron suficientes para salvar a "La Crema". La situación culminó en un descenso que dejó al club en una de las peores crisis de su historia.
Nuevos nombres comienzan a aparecer
En este panorama desolador, el club se encamina hacia un llamado a elecciones, y ya surgen posibles nombres para liderar la reconstrucción. Fabricio Fontanini, exjugador y referente del club, podría postularse como presidente. Retirado en 2023 con la camiseta de Atlético, Fontanini no ha perdido su vínculo con el club, tanto por su trayectoria como jugador como por su pasión como hincha.
Actualmente dedicado a la representación de futbolistas, Fontanini estaría dispuesto a dejar esa actividad durante el tiempo que dure su mandato. Su círculo íntimo confirma que él piensa que este es el momento indicado para asumir el desafío: “Tengo el tiempo y las ganas de afrontar semejante desafío y tratar de devolver al Celeste a la Primera Nacional”.
No obstante, su cercanía con la actual dirigencia, a través de su tío, quien ocupa la vicepresidencia, genera opiniones divididas entre los hinchas. A pesar de esto, su conocimiento del club y su carisma entre la gente lo posicionan como una figura clave en un posible proceso de renovación.
El camino para Atlético será largo y complicado, pero figuras como Fontanini podrían devolver la esperanza a una hinchada que sueña con un pronto regreso a los primeros planos.