Muchos de pasajeros terminaron con “golpes importantes de cráneo y hemorragias”, contó el rafaelino a RADIO RAFAELA.
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Doce personas resultaron heridas en un vuelo de Aerolíneas Argentinas proveniente de Madrid que sufrió severas turbulencias. Según precisaron en un comunicado, el hecho se produjo cuando la aeronave sobrevolaba el océano Atlántico a la altura de Brasil, que obligó a pedir servicio médico al momento del aterrizaje
"Producto de una turbulencia severa en el vuelo AR1133 proveniente de Madrid y que aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza a las 4.30, debieron atenderse 9 pasajeros con distintos traumatismos leves. Los mismos fueron liberados por sanidad de aeropuertos inmediatamente. En tanto que otros 3 debieron ser trasladados para un control más exhaustivo", informó la línea aérea.
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En ese avión viajaba un rafaelino que, además, atendió a los pasajeros heridos. Se trata del Dr. Diego Lanzotti, subsecretario de Salud de la ciudad de Rafaela. Había viajado con su padre a visitar a sus dos hijos mayores que viven en España, a los que hacía tiempo que no veía por la pandemia.
A este medio, contó que se trataba de un vuelo tranquilo hasta que entró en un pozo de aire. El incidente ocurrió a mitad del viaje, entre Madrid y Ezeiza. Quienes peor la pasaron y sufrieron las consecuencias más graves fueron pasajeros sin cinturón de seguridad colocado.
Muchos de ellos terminaron con “golpes importantes de cráneo y hemorragias”. “Se sintió más en el personal que va en la parte de atrás del avión. Se sintió muy fuerte. Encontré gente con traumatismo”, relató.
Lanzotti fue uno de los profesionales de salud que atendió a los heridos. Además, también colaboró su padre que es médico jubilado. También viajaba en el avión otro médico jubilado, y una pediatra, que contribuyeron. Tuvieron aproximadamente 50 consultas, muchas de ellas por golpes en la cabeza.
Hubo “doce personas con traumatismo de cráneo, cara, hemorragia, fractura de coxis. El personal de cabina está muy bien entrenado, enseguida aramos un equipo y en hora y media estabilizamos a las personas. Pudimos seguir el vuelo. La turbulencia duró unos segundos, fue algo inesperado”, relató.
Como recomendación final, Lanzotti aconsejó nunca retirarse el cinturón de seguridad. “No hubo descompresión, fue una caída brusca. Volábamos a 11.500 metros y calculan que fue un descenso abrupto de 150 metros, es la sensación de una montaña rusa, pero de forma imprevista”, explicó.