La decisión de la Ciudad de Buenos Aires de prohibir los celulares en las escuelas encendió el debate. La subsecretaria de Educación Secundaria de la provincia habló sobre la postura del gobierno de Santa Fe.
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El gobierno de Santa Fe se posicionó en contra de la prohibición del uso de teléfonos celulares en las escuelas, luego de la decisión de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) que encendió el debate, en todo el país, sobre el vínculo entre tecnología y educación.
La subsecretaria de Educación Secundaria de la provincia de Santa Fe, Mariela Bosio, se mostró a favor de la regulación del uso de las nuevas tecnologías en el aula, pero remarcó que debe ser algo consensuado al interior de la comunidad educativa.
Teléfonos celulares en el aula: una ley que quedó vieja
En la provincia de Santa Fe todavía está vigente una ley del año 2006 que prohíbe el uso de dispositivos informáticos –a docentes y alumnos– durante el dictado de clases. Esa normativa quedó desactualizada y, según señaló Bosio, es necesario que la Legislatura debata una actualización de esa ley para ponerla en línea con el avance de las nuevas tecnologías.
“Está bueno que se vuelva a plantear el tema, porque desde la Legislatura se va a tener que replantear esa ley y pensar en algunas actualizaciones y ajustes al respecto”, agregó la subsecretaria de Educación Secundaria de la provincia.
Celulares en las escuelas: regular en lugar de prohibir
“El Ministerio de Educación no prohíbe taxativamente el uso de celulares en las escuelas, pero sí lo está regulando”, indicó la funcionaria. En ese sentido, señaló que la decisión es respetar la decisión de cada escuela, de acuerdo a la situación socioeconómica de los estudiantes, y mantener informadas a las familias.
En 2020, con la pandemia del coronavirus y las medidas de aislamiento obligatorio, los celulares y las computadoras “fueron lo único que nos permitieron seguir dando clases y seguir en contacto con los estudiantes y las familias”, recordó Bosio.
“Es importante debatir, pensar y poner sobre la mesa los temas. Y repensarlos, porque a partir de informes de diferentes países, es un tema que tenemos que pensar todos los días para acordar la forma de seguir”, continuó.
¿Consenso o control?
La subsecretaria de Educación Secundaria de Santa Fe sostuvo que “la idea no es limitar la enseñanza porque esté prohibido el uso del celular, sino enseñarles a los estudiantes, que en pocos meses o en pocos años van a estar en el mundo laboral, a usar el celular como una herramienta y enseñarles también las consecuencias que puede traer un mal uso del celular, las redes y las comunicaciones en general”.
Sobre la prohibición total de estas herramientas, Bosio dijo que “es muy difícil de sostener cuando no está consensuada”. Y agregó: “La prohibición absoluta, ¿cómo la controlamos? Porque eso también es un desgaste. Por eso vuelvo al tema de la responsabilidad consensuada y que la normativa sirva para mediar cuando no se cumplen esos consensos, pero no prohibir desde un lugar unilateral”.
Por último, remarcó el rol de la tarea docente: “Lo que pasa en el aula no pasa en ningún otro lugar. A los estudiantes hay que hacerles ver la importancia de tener a disposición un adulto que esté enseñando, porque después en la vida no siempre vamos a tener a alguien que esté atento a lo que estamos necesitando aprender. Es un momento mágico por el potencial que tiene”.