Este 14 de abril se conmemora el Día de la Víctima con Discapacidad por hechos de tránsito, fecha que busca sensibilizar sobre las secuelas y afecciones que generan discapacidad causadas por siniestros viales.
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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren cerca de 1,5 millones de personas en las rutas del mundo entero, y entre 20 y 50 millones padecen traumatismos no mortales. Desde un enfoque global sobre la salud, se busca visibilizar las discapacidades –temporales o permanentes- que afectan la calidad de vida, la autonomía y el pleno desarrollo de las personas.
“Si bien los siniestros de tránsito constituyen una de las primeras causas de muerte, la discapacidad como consecuencia de los mismos es una problemática insoslayable y no menor en nuestro país”, aseguró el subsecretario de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), Osvaldo Aymo.
Esto no se refleja ni en los partes policiales, ni en los medios de comunicación, pero aquellos que en un primer momento aparecen como heridos graves, luego pueden aparecer en las estadísticas como personas con discapacidad producto de un siniestro vial. “Representan el 30% de los lesionados graves en el tránsito y son también los que más contribuyen a engrosar el índice de discapacidad en el país”, agregó el funcionario.
Una discapacidad prevenible
Las lesiones provocadas por siniestros de tránsito en general, son un problema de salud pública porque afectan de manera grave la salud y el desarrollo social y económico de amplios sectores de la población. Por cada muerte causada por el tránsito, docenas de sobrevivientes quedan con secuelas transitorias o permanentes de discapacidad que determinan restricciones a las funciones físicas, consecuencias psico-sociales y en calidad de vida.
Las causas y las consecuencias de los traumatismos resultantes del tránsito son múltiples y complejas, no sólo a nivel físico, sino también psicológico, cultural, social. Entidades argentinas especializadas en el tema coinciden en afirmar que cerca de 15.000 personas por año quedan con alguna discapacidad permanente en el país, como consecuencia de traumatismos resultantes del tránsito. Esto equivale aproximadamente a el doble de las que mueren en ese tipo de siniestros. Es decir que por cada muerte en una colisión en las vías de tránsito, dos personas quedan con secuelas graves, sin poder continuar con su vida laboral y social; y con secuelas moderadas. La gran masa afectada por los siniestros viales son jóvenes de entre 18 y 35 años.
Un estudio efectuado entre los observatorios viales nacional y provincial determinó que los Años de vida perdidos y Vividos con discapacidad como consecuencia de la siniestralidad vial en la provincia de Santa Fe en el año 2015 fueron 34.137,7. Mientras, en 2016 fueron 27.776,7, lo que representa una disminución interanual del 18,6% de la Carga Global de Enfermedad. El informe también detectó que el perfil de usuarios más vulnerable frente a la siniestralidad vial es mayoritariamente masculino, entre 15 y 34 años, y motociclistas.
Políticas que buscan prevenir
La APSV busca evitar, reducir, y minimizar las múltiples consecuencias de los siniestros viales. A través de diversas estrategias se aborda la prevención con el objetivo de que se adopten patrones de conducta que promuevan comportamientos más seguros, sin una innecesaria exposición al riesgo. Así, el uso del cinturón, la disminución de la velocidad y el uso del casco en motociclistas son tres aspectos fundamentales que se difunden en forma recurrente ya que son considerados importantes factores de riesgo que no sólo ponen en peligro la vida sino que pueden ser motivo de lesiones graves en caso de un incidente vial, que pueden derivar en discapacidades transitorias y permanentes.
A través de operativos de fiscalización y controles en rutas, jornadas de formación a diferentes actores y campañas de concientización, la APSV busca desestimar la exposición innecesaria a los riesgos, desde lo informativo, lo sancionatorio y e incluso lo simbólico, intentando transmitir el valor de la vida, la responsabilidad individual y colectiva.