En una escena insólita que dejó a todos con la boca abierta, un masculino con un llamativo camperón de color negro fue el protagonista de un robo en el Club Luz y Fuerza, ubicado en la calle Cachero y Chiarella. Según el reclamo realizado por un Señor Rodríguez al, el delincuente sustrajo diversos elementos del interior de un vehículo Meriva de color gris que se encontraba estacionado en el lugar.
El incidente tuvo lugar aproximadamente a las 13:23 horas, cuando el ladrón emprendió una veloz huida corriendo por la calle Chiarella en dirección a Aconcagua, portando una bolsa de color blanco. Rápidamente se dio aviso al número de emergencias 911.
Acto seguido, los motorizados fueron despachados para verificar la situación. Sin embargo, minutos después, el propio reclamante se comunicó nuevamente para informar que había avistado al sospechoso caminando por la calle Coffet, en dirección norte hacia el cruce con la calle A Díaz, donde finalmente giró hacia el oeste.
En respuesta a esta nueva información, los motorizados se aproximaron al lugar indicado y se encontraron con el móvil policial, donde se encontraba el masculino en cuestión. Durante la aproximación, el sospechoso descartó la bolsa de color blanco de la calle A Díaz, específicamente en el taller de motos perteneciente al señor Jalil Angel, de 61 años.
Tras una inspección del contenido de la bolsa, se descubrió que esta contenía dos pares de zapatillas (uno de color blanco y otro de color negro), un perfume y un buzo de color gris. Pocos minutos después, se sumó al lugar el móvil policial, completando el dispositivo necesario para la detención del autor del hecho de 30 años de edad.
Es importante mencionar que el vehículo en cuestión no contaba con medidas de seguridad adicionales. Tras recuperar los objetos sustraídos, el propietario del automóvil se dirigió a la calle A Díaz para luego dirigirse a la Comisaría 1° y continuar con los trámites correspondientes.
La intervención en este caso estuvo a cargo de los agentes Jennifer Quiroz y Victor Ferrando, quienes fungieron como testigos presenciales tanto del secuestro de los objetos robados como de la detención del sospechoso.