Cambios de régimen económico marcan la escena. Crece el monotributo en distritos sin inversión estratégica y cae el empleo público.
"El mercado laboral argentino está atravesando un momento bisagra, reflejando no solo el impacto de la recesión, sino también indicios de un cambio de régimen. Este cambio se manifiesta en la transformación del rol que históricamente ha tenido el sector público y las actividades con baja competitividad, mientras que los sectores emergentes, aunque aún concentrados territorialmente, comienzan a ganar terreno".
El párrafo abre el análisis de Laura Callo, Investigadora responsable Área de Empleo y Política Social del Ieral/Fundación Mediterránea. Repasa la especialista una pérdida de 115 mil puestos formales en 5 meses y un incremento del 4% en el número de trabajadores independientes.
"Los autónomos, especialmente responsables inscriptos, añadieron 32.116 nuevos empleos y los monotributistas, régimen simplificado para pequeños contribuyentes, sumó 56.621 nuevos trabajadores". Repasa una baja en el monotributo social del 5,4%, con 33.872 registros menos.
La contracara
"Por otro lado, el empleo en relación de dependencia evidenció una disminución tanto en el sector público como en el privado. El empleo público cayó un 1,3% (44.647 puestos), mientras que el sector privado sufrió una contracción del 1,8%, perdiendo 111.635 puestos formales.
"Esta tendencia subraya la importancia estratégica de modernizar las instituciones laborales, dado que en el sector privado continúa creciendo el empleo por cuenta propia, muchas veces simulando relaciones asalariadas", advierte Callo.
"Además, el estancamiento del empleo público, especialmente en provincias con alta prevalencia de este tipo de inserción, es otra señal del cambio de régimen que está comenzando a tomar forma".
Disparidad
La especialista del Ieral/Fundación Mediterránea analiza la variación del empleo privado formal por provincia entre mayo de 2023 y mayo de 2024, que "revela fuertes disparidades regionales". En Santa Fe la caída fue del 2,5%.
"Aunque la mayoría de las provincias han experimentado retrocesos, algunas, como Neuquén y Salta, han registrado un crecimiento en la generación de empleo, con incrementos del 3,4% y 2,4% respectivamente. Estos resultados reflejan el potencial económico de estas provincias, impulsado por la diversificación de sus matrices productivas, la atracción de inversiones y el fortalecimiento de políticas públicas han contribuido a dinamizar el mercado laboral en dichas regiones".
Casos especiales son Formosa, Tierra del Fuego, La Rioja y Santiago del Estero (ver recuadro) que "han visto disminuciones significativas en el empleo formal generado por el sector privado, lo que resalta la necesidad de políticas más efectivas que impulsen el crecimiento económico y la creación de empleo genuino".
Modernización
Callo sintetiza que están mejor las provincias que logran diversificación económica e inversiones en sectores estratégicos. Pero advierte que "es esencial que las políticas públicas se enfoquen en la modernización de las instituciones laborales y en la capacitación y reconversión de la fuerza laboral, ajustando los programas de incentivo al empleo a las realidades de cada región. Solo con un enfoque integral y adaptado se podrá revertir la tendencia negativa y construir una economía más robusta y equitativa".
Mejora el salario formal
La Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) alcanzó en julio $994.681,38, una suba nominal del 6,6% respecto el mes anterior, lo que -descontada la inflación- revela una mejora del 2,5%, según calculó el analista Amilcar Collante.
Este indicador precisa la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores que se encuentran bajo relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses, tanto en el sector público como en el privado.
Desde el 2,7% de marzo, es la quinta suba consecutiva intermensual del indicador, después del 6,7% en abril; 3% en mayo; 1,5% en junio y 2,5% en julio), según la comparación en términos reales.
El indicador sólo cuantifica los componentes remunerativos del salario (imponibles al sistema de seguridad social) y tiene en cuenta el monto salarial hasta el tope imponible definido para los aportes personales al sistema de seguridad social.
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