ESPECTACULOS

Premios Gardel 2024: sin sorpresas, Lali rompió el molde

Las estatuillas del Morocho del Abasto terminaron en manos de los favoritos, en una noche con mucha presencia del trap, 50 premios entregados en vivo y un solo discurso que aludió a la realidad.
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En la noche del martes, se consumó en el Movistar Arena la vigésima sexta versión de los Premios Gardel: el mayor galardón de la música argentina. A diferencia de otras ediciones, esta vez no hubo sorpresas. Las estatuillas de las principales categorías se las repartieron los principales favoritos. Miranda! levantó el “Gardel de Oro” (se entrega al “Álbum del año”) gracias a su disco Hotel Miranda! Lo entregó el rapero Trueno, vencedor del mismo rubro en 2023. El dúo conformado por Ale Sergi y Juliana Gattas obtuvo previamente las ternas de “Álbum grupo pop” (incluyó sentencia del frontman: “¡Qué viva el pop argentino!”) y “Videoclip largo”. Si bien se mostraron emocionados, dedicaron su discurso final en agradecer a familiares, equipo de trabajo y sello discográfico. Vale la pena recordar que se trata de un evento organizado por Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif).
Minutos antes, Lali Espósito se vio sorprendida tras el anuncio de que el trofeo de “Canción del año” era para “Obsesión”. Se lo ofrendó al público argentino, al que adjetivó como “el mejor fandom del mundo”. Consecuente con su lucidez y empatía, la actriz y cantante protagonizó un show en el que comandó a una milicia queer. También se llevó el Gardel al “Mejor videoclip corto” por “¿Quiénes son?”. Durante la perorata hubo loas para su primo Lautaro Espósito (codirigió el video con ella), tributo a Moria Casán y dedicatoria a “la gente que pierde su tiempo en criticar y bardear”. Y hubo un “Morocho del Abasto” adicional por su disco Lali.

Allí fue donde la artista marcó una notable diferencia con los discursos de sus colegas: "Quiero dedicar un momento a Pamela, Mercedes, Andrea y Sofía, víctimas del lesbicidio en Barracas. Es cierto que la palabra lesbicidio no está en la Real Academia Española, pero está en la calle, en la vida real de mucha gente y no debería parecernos normal. No nos acostumbremos a escuchar estas historias", señaló haciendo referencia a las relativizaciones que hicieron del hecho funcionarios del Gobierno como Manuel Adorni. Por último, sentenció: "Es la vida de nuestros amigos, es la vida de nuestros amores, es la vida de la gente que merece vivir en libertad, justamente". Si bien estaba entre las más nominadas (7), el trapero Milo J lideró las postulaciones con 15. Venció en “Canción urbana” (junto a Bizarrap), “Álbum conceptual” (111), “Productor del año” y “Nuevo artista”.
Al principio, Iván de Pineda, conductor principal del evento al igual que el año pasado, advirtió sobre el talento nacional que se iba a disfrutar a lo largo de la noche. No erró. Amén de las performances anunciadas, por el escenario del estadio de Villa Crespo deambuló la crema y nata de la música argentina. Sin discriminar estilo alguno. Y es que se premiaron 50 categorías. De hecho, la primera en introducirse fue “Mejor canción tropical”, que encontró su ganador en el trío conformado por el rapero Emanero, Pablo Tamagnini (cantante del grupo cordobés La K’onga) y el veterano Antonio Ríos. Y le sucedió otra reunión cumbre. Esta vez galáctica. En “Colaboración urbana” triunfó “Los del espacio”, tema homónimo del supergrupo en el que participan Lit Killah, Duki, Emilia, Tiago PZK, FMK, Rusherking, María Becerra y Big One.
Si “Álbum folklore alternativo” fue para Caramelos de felicidad, de Los Tabaleros; “Álbum pop alternativo” se lo dieron a un artista de funk y R&B, Nafta, y más específicamente a su disco Nafta II. Cuando Lisandro Aristimuño recogió el premio que le legó El rostro de los acantilados, merecedor de “Álbum canción de autor”, enfatizó en lo “difícil que es hacer música en la Argentina”. A continuación, uno de los invitados del nuevo disco del rionegrino, David Lebón, hizo historia en este premio (ya obtuvo el “Gardel de oro” en 2020). En esta oportunidad, fue honrado con “Álbum artista de rock”, a razón del tercer volumen del disco Herencia Lebón. Luego cantó para homenajear a Charly García, en complicidad con Luz Gaggi. Juntos hicieron una sentida versión, con piano, chelo y violín, de “Desarma y sangra”. No fueron los únicos en recrear a su Santidad.
Lebón recibió el premio a la trayectoria que le otorgaron luego a Charly, lo que tuvo como preámbulo (amén del video del músico aceptándolo) la juntada de Fabi Cantilo y el grupo indie Silvestre y La Naranja para hacer “Demoliendo hoteles”. Y la de Rosario Ortega y la banda Indios interpretando “Pasajera en trance”. Otro pasaje sensible fue el “In Memoriam”, donde se recordó a gente de la escena musical argentina que ya no está entre los vivos. Desde Javier Martínez hasta Ricardo Iorio, pasando por Chico Novarro, Pablo Molina, Ramón Ayala, Fer Pita, Martín Elizalde y el Zurdo Roizner. Sin embargo, las performances comenzaron con el trapero y streamer Luck Ra. Seguido por Miranda! (con Ca7riel y Paco Amoroso), Milo J, Usted Señalemelo (ganó “Álbum rock alternativo) y Nicki Nicole (abrazó la estatuilla de “Álbum urbano”).
Antes de que se conocieran los ganadores de la ceremonia principal en el Movistar Arena, por la tarde en el Teatro Vorterix se entregaron premios más específicos. En la denominada “Pre-gala”, El Mató a un Policía Motorizado obtuvo el Gardel en el rubro “Álbum grupo de rock”, gracias a Súper terror. Mientras que en las otras ternas dedicadas al rock, Divididos venció en “Canción de rock”, por “San Saltarín” (hubo otro para el power trío: “Album en vivo”); y Barro se alzó en “Álbum de rock pesado/ punk”, de la mano de Constimordor. Abriendo el juego de géneros, “Album de jazz” fue a para Escalectric, de Escalandrum (se llevó asimismo “Ingeniería de grabación”). En tanto que “Colección de catálogo” lo obtuvo de manera póstuma Ramón Ayala. Y Gustavo Santaolalla, con The Last of Us (Season 1), venció en “Álbum banda de sonido de cine/televisión/producción audiovisual”.
De los otros trofeos que se repartieron en la antesala, destacó el de Chango Spasiuk por su disco Eiké!, en “Álbum instrumental-fusión-world music”. La pianista Melina Marcos se hizo con el de “Album de música clásica”, por cortesía de Dos siglos de música/ Compositoras argentinas: Vol. 2. Grabación del año, categoría fundamental de los Premios Gardel, fue a parar a la estantería de Fito Páez, por su colaboración con Andrés Calamaro y Conociendo Rusia en su reversión de “La rueda mágica”. “Álbum artista de tango” fue para Guillermo Fernández (El cantor de tangos) y “Álbum artista de folklore” lo coronó Maggie Cullen (Canciones del viento). Amén de concursar por su trabajo con Milo J (por el que fue premiado como “Productor del año”), Evlay, a raíz de su disco solista 333, embolsó “Álbum música electrónica” y “Diseño de portada”
En uno de esos déjà vu que tuvo la velada principal de los Premios Gardel 2024, Mercedes Sosa ganó en el rubro “Álbum conceptual” (Mercedes florecida). Sin embargo, volviendo al presente, Bizarrap demostró una vez más que es uno de los putos amos de la música local. Aparte de la estatuilla con Milo J, le aguardaban algunas más por su hit con Shakira: la de la terna “Colaboración” y “Canción pop urbano”, y para la que mandó un saludo por video como consecuencia de su ausencia. De las categorías dedicadas al género, Emilia la completó, en “Álbum artista pop urbano”, con su disco MP3. En síntesis, esta edición del evento racionó muchos premios y pocas palabras. Lo que deja expuesta a la escena nacional acerca de su lugar en el tiempo que le toca vivir en esta situación de país. ¿O será que se necesita un nuevo recambio?

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